Familiarizándome desde detrás de la puerta

Baal HaSulam, Shamati, artículo 26. “El futuro de uno depende y está atado a la gratitud por el pasado”: Está escrito, “El Señor es elevado y el inferior lo verá,” que sólo el inferior puede ver la grandeza. Las letras Yakar (precioso) son las letras Yakir (conocerás). Quiere decir que uno conoce la grandeza de algo al grado de que sea precioso para uno.

Uno se impresiona de acuerdo a la importancia de la cosa. La impresión le trae a uno la sensación en el corazón, de acuerdo a la medida del propio reconocimiento de la importancia, a ese grado nace la alegría en él.

Para percibir la realidad en la cual me localizo y de la cual aún no me doy cuenta, necesito desarrollar la sensibilidad hacia ella y su percepción. Hacemos lo mismo en otros casos ya que las leyes aquí son invariables.

Con lo que sea o con quien sea que esté trabajando, ya sea metal, madera, plástico, personas, animales, o plantas, gradualmente comienzo a sentir el material con el que estoy trabajando. Mientras más importante sea para mí, más interesado estoy en este y más penetro en sus cualidades con mi percepción. Ahora, incluso una simple pieza de madera puede decirme mucho, incluso si para alguien extraño a esto no le merece ninguna atención. Todo está en mi conexión con ello, la importancia que le doy. Es lo mismo en todo.

Un auténtico maestro es aquel que valora el material con el que trabaja y valora su profesión, y gracias a ello, ve toda la gama de sus matices. Antes, solía ser como todos los demás, pero ahora, al haber invertido los esfuerzos en familiarizarse con el material, él se está convirtiendo en un especialista y distingue las miles de facetas y matices en este.

Es exactamente lo mismo en lo espiritual. Sólo hay un problema. Si en nuestro trabajo vemos por adelantado con lo que tratamos y penetramos en todos los puntos finos, entonces en el mundo espiritual, la situación es diferente. Ahí, no tendré el “material de trabajo” hasta que desarrolle un órgano sensorial especial. En nuestro mundo estudio lo que ya veo, mientras que en el mundo espiritual, primero tengo que desarrollar la sensibilidad, y sólo hasta ese grado comienzo a sentir el objeto con el fin de estudiarlo y llegar a conocerlo.

Entonces, la toma de consciencia de la importancia precede a todo lo demás. Al principio debemos agregar la importancia del objeto espiritual y sólo después lo descubrimos ¿Entonces por qué esto no es requerido en nuestro mundo? Esto es porque mi “aproximación” es egoísta en este caso; valoro lo que ya estoy viendo. Por otra parte, en el mundo espiritual, primero debo exaltar al objeto ante mis ojos, agregar la importancia y valorarlo. A ese grado me intereso con una relación especial, con una sensibilidad agudizada. Comienzo a sentirlo no desde el umbral de la puerta sino desde detrás de la puerta, desde un estado oculto. Y después, cuando comienza a surgir, lo estudio y me conecto a ello.

(71880 De la convención de Aravá 24 de febrero del 2012, Lección 5)

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