Las personas aun no entienden que nuestra salvación se encuentra en la unidad. La unidad es una fuerza real, nuestro escudo y nuestra espada. Debemos ir hacia adelante con ella.
Hoy en día, cuando los manifestantes protestan, están tratando de romper el egoísmo del gobierno con su propio egoísmo. No estoy diciendo que las personas estén equivocadas al hacer sus demandas, pero en el mundo moderno este enfoque ya no es efectivo. Hoy el mundo es dirigido por una fuerza “total” de un sistema cerrado, integral. Cuando entras a este círculo junto con otros, te vuelves similar a la naturaleza integral, y entonces logras el éxito. Si, no obstante, no estás en el círculo común, traes la destrucción a ti mismo y a otros hasta que todo se desmorona por completo.
Miren lo que sucede en Estados Unidos. Todo el mundo observa a los estadounidenses, pero como niños pequeños, son incapaces de llegar a un acuerdo acerca del techo de la deuda nacional. El techo ya ha sido elevado varias veces, pero de pronto es como si se hubieran estancado, como si algo los estuviera bloqueando. Todos imploran,“¡Elévenlo! sigan imprimiendo dólares, los necesitamos. Los apilaremos como conservas en un barril. Después de todo, no sabemos cómo vivir sin ellos ¡No nos nieguen esta moneda verde ya que de lo contrario seremos dejados sin nada!”
Pero los estadounidenses son incapaces de llegar a una decisión porque no han tomado una forma “total.” Y el mismo problema se expresará en todas las esferas. Un país que ayer era saludable y exitoso súbitamente se encuentra en una crisis. Como un castillo de arena, una vez que llega a una cierta altura, empieza a derrumbarse, sepultado bajo su propio peso.
(De la lección diaria de Cabalá lección 7 28/7/11, “La Paz”)
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