Del punto 40 de la Introducción al Libro del Zohar, por Baal HaSulam:
«Y sé que es completamente inaceptable a los ojos de algunos filósofos. Ellos no pueden convenir que el hombre que ellos piensan es bajo y despreciable sea el centro de esta magnífica creación. Pero, ellos son como un gusano que nace dentro de un rábano y piensa que el mundo del Creador es tan amargo y oscuro como el rábano en donde nació. Pero, tan pronto como la cáscara del rábano (de nuestro egoísmo) se perfora y se asoma afuera (sale fuera de su egoísmo, de la intención «para su propio beneficio», e ingresa en el Otorgamiento y Amor por los demás) se maravilla (reverente ante del Mundo Superior que ha revelado) y dice, «¡Yo pensaba que todo el mundo era del tamaño de mi rábano, pero, ante mi veo ahora un enorme, hermoso y asombroso mundo!»