Huyendo a la fuerza

Dr. Michael LaitmanRabash, Shlavei HaSulam, artículo 19: «Ven a Faraón – 1»: Y por eso se nos dice: «Ven a Faraón», es decir que vamos a ir juntos, que Yo también iré contigo, para cambiarles la naturaleza y querer que ustedes sólo Me pidan a mí que les ayude a cambiar su naturaleza y para convertirla del deseo de recibir al deseo de otorgar.

Este es un momento muy importante, el que nosotros no podemos hacer nada por nosotros mismos. Primero pedimos algo global y confiamos en nosotros mismos en todos los demás aspectos, esperando de manejarlos por nosotros mismos y dejarle al Creador sólo «Su parte». Pero cuanto más avanzamos en la escalera o hacia el éxodo de Egipto, ante el ascenso al primer nivel, vemos más claramente que somos débiles y que no podemos hacer nada bien, ni siquiera una sola acción, ni un pensamiento o una intención. En realidad, yo me debilito a lo largo del camino, y así se nos dice: «Y los hijos de Israel gimieron a causa de la servidumbre, y clamaron».

Pero entonces se nos dice, «y su clamor se elevó hasta Dios». Es entonces que tenemos una oportunidad de orar, de pedir, de exigir. Hacia esto nos dirigimos.

De acuerdo a mi avance, yo crezco más débil y mi oración, mi petición de ayuda, crece hasta llegar a un estado en el que no puedo hacer nada, la oscuridad y la impotencia se apoderan de mí y al mismo tiempo yo alcanzo una petición completa. Hasta entonces, las cosas no se mueven.

Así que está claro que yo no puedo arreglármelas sin el apoyo del grupo, sin la garantía mutua de los amigos. Siento que estoy cayendo cada vez más: yo pierdo mis fuerzas, la meta palidece y ésta no me atrae hacia adelante, mi motivación desaparece y crece ante mis ojos la inclinación al mal, mientras que el punto en el corazón desciende y no queda nada. El buen Faraón se vuelve gradualmente malo y vicioso hasta tal punto que parece que no hay manera de que yo pueda ser libre de su dominio. Entonces, ¿dónde puedo encontrar el deseo, la atracción para continuar, si no es del grupo?

En términos generales, yo alcanzo un estado de desesperanza y separación máxima (Δ) entre el estado actual y el estado deseado. Aun así me niego a retirarme, yo tengo que salir a la Luz

(103991)
De la 3° parte de la lección diaria de Cabalá del 3/31/13, Escritos de Rabash

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