Ilusión óptica

Nuestra percepción del mundo y la sensación de vida están contenidos en el deseo. El deseo es lo único que fue creado. Vive en sí mismo y siente todo dentro de sí mismo. 

Se experimenta en dos formatos. Parte de la imagen le representa a sí mismo y la otra parte, la forma del mundo exterior. 

Así es como nos percibimos a nosotros mismos y al entorno en nuestro deseo fragmentado, interno y externo, nosotros y el entorno.  

La imagen de la realidad está fragmentada en círculos que se expanden desde adentro hacia afuera: alma, cuerpo, entorno inmediato, entorno distante. De hecho, todo esto es sensación y existe en mí, dentro de mi deseo. 

Conclusiones:

  • Si quiero cambiar al mundo, entonces necesito cambiar mi deseo. La sensación del mundo depende de ello y en general, el mundo es lo que se siente en él. 
  • El mundo que me parece externo, es una ilusión. Todo está en mi deseo, solo que yo no lo siento justo ahora. 
  • Relaciono una parte de mí, como algo ajeno y extraño, a la naturaleza y la humanidad, y como resultado de esta actitud sufro. Yo mismo desconozco el daño que me hago con la quimera del mundo exterior.  

Esto es un error, ¡una ilusión óptica! Pareciera que frente a mí hay personas extrañas a las que puedo descuidar.  

Pero en realidad, simplemente no me doy cuenta que con eso yo mismo me estoy trayendo problemas y disgustos. Pero toda mi vida está llena de esto. Qué percepción tan terrible y distorsionada de la realidad. 

La ciencia de la Cabalá está hecha para unir mis partes rotas. De eso, no soy capaz por mí mismo, pero puedo pedir que la luz llegue y corrija mi alma. Entonces veré una única realidad, un solo deseo y en él, un único Kli y una única luz. 

En el camino a este objetivo, intentamos dirigirnos a nosotros mismos hacia la unificación. Al leer El Libro de El Zohar, sencillamente tengo que constantemente llevarme a la sensación de paz dentro de mí mismo. Cualquier cosa que se dice, todo está en mí, todo esto son mis fuerzas, deseos y atributos.  

Todos los mundos espirituales se encuentran dentro de la persona, no hay nada fuera de él. No hay necesidad de dividir el mundo en interno y externo. Todo esto es un único Kli. 

Con esto en mente, causamos nuestra propia exposición a la luz que conecta las partes de nuestra percepción, una con la otra. 

 

Te puede interesar leer  El hombre en un mundo interconectado, parte 1

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *