Irradien alegría y energía

Dr. Michael LaitmanComentario: Tengo la sensación de que en nuestra decena no observamos las reglas del taller. Si las observáramos, entonces se lograría la conexión mucho más rápido. Creo que, a través de esto, sólo estamos dañando a los otros círculos.

Respuesta: Mira cómo crecen los niños pequeños, cuantas caídas se dan, cuántos desastres hacen, y cuantas cosas rompen. Nosotros estamos pasando por estados muy intensos, muy serios.

En primer lugar, tenemos que agradecerle al Creador por lo que estamos pasando. Estar insatisfechos y criticar tampoco es malo. Sin embargo, por otro lado, tenemos que entender que caerse, recibir golpes, volver a levantarse, llorar, y así sucesivamente, todo esto es necesario y natural. Sin todo eso, ni los seres humanos ni los animales pueden desarrollarse. Sin embargo, en los animales todo sucede por instinto, mientras que en nosotros es a través de ensayo y error.

A pesar de los consejos de los sabios, de las fuentes originales y las instrucciones, la persona todavía no sabe qué está haciendo, en qué está metiéndose, y hacia dónde se dirige. Ella simplemente está de acuerdo con todo, porque desde arriba está siendo empujada hacia esto, la encienden desde dentro. Nosotros gradualmente estamos empezando a darnos cuenta cada vez más con qué estamos lidiando, qué estados atravesamos, tanto en contra de mi naturaleza como junto con mi naturaleza.

No debemos pasar por encima de ellos, porque vale la pena intentar salir de nuestra naturaleza original, debido a que profundizar hacia el interior sólo es posible cuando ustedes están tratando de salir de ella, sólo en la dirección positiva.

Al hacerlo, uno no debe profundizar en sus sensaciones, comerse su propia carne, llorar en el hombro de alguien, ni revelar la debilidad de uno mismo y de los demás, y si les parece a ustedes que son personas que dicen la verdad y actúan de acuerdo a sus sentimientos, entonces no serán capaces de avanzar en esta dirección, dado que siempre deben hacerlo hacia la Luz.

Por lo tanto, siempre debemos estar jugando frente a los demás, promulgando entusiasmo, apoyo, felicidad y plenitud. Todos deberían tener una gran sonrisa y supurar vibraciones de felicidad como si ya hubiéramos recibido lo que deseamos. Tenemos que estar firmemente conectados entre nosotros y sentir que juntos somos un todo indivisible.

En la Torá está escrito que un gran número de personas salió de Egipto y se dividieron en decenas, cientos y miles. Si empezáramos a sumar estos números, conseguiríamos una población de varios miles, todos interconectados.

Además, la división en decenas es necesaria para que nosotros nos unamos en el trabajo interno. Es por eso que estoy pidiéndoles: entremézclense. Sin embargo, lo más importante, háganlo con una sonrisa y corazón abiertos.

Cada uno de nosotros es responsable por todos los demás. Si alguien está de mal humor, tiene un vacío en sus ojos, y así sucesivamente, entonces yo soy responsable de lo que está sucediéndole. Significa que no estoy irradiando la alegría y la energía que debe llenarlos a todos. Si estoy relacionándome correctamente con todos y quiero irradiar energía positiva, entonces sin duda empezaré a recibirla desde arriba.

Por lo tanto, sin importar lo que podríamos estar haciendo, estamos pensando cómo llenar a todos los demás con alegría, felicidad, confianza y garantía mutua.
(145042)
De la Convención en San Petersburgo «Día tres» 9/21/14, Lección 3

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