Pregunta: «Yo, el grupo, el mundo«. En tanto que esta imagen exista en nuestra imaginación, el mundo sufre mucho, exactamente como lo dijo usted hace muchos años. Pero por supuesto, esto no debe hacernos felices. Es necesario ayudarles a las personas, apoyarlas, sobre todo en nuestra Convención Europea…
Respuesta: Estoy totalmente de acuerdo. En primer lugar, se nos ordena: «Y amarás a tu prójimo como a ti mismo«. Si yo me relaciono con las personas con amor, ¿cómo puedo estar contento con su sufrimiento? Ciertamente, algo como esto simplemente no puede ser.
Y por otro lado, cuando miramos lo que está sucediendo, tenemos que darnos prisa y dedicarle tanto tiempo como sea posible a la difusión. Espero que hablemos de esto en la convención. Porque es muy importante que nosotros le llevamos el conocimiento a la humanidad de que existe un método muy claro, muy concreto, sencillo y práctico. Ya en la actualidad es posible ponerlo en práctica y ver resultados asombrosos en unos días.
Sabemos cuán rápidamente cambian las personas en el marco de la educación integral desde la primera conferencia, desde el primer taller. Si podemos darles sólo el método, ellos abrirán sus ojos y verán lo fácil que es todo. Nosotros estamos preparando para esto, y ya tenemos unos cuantos cientos de personas en varios países que están listas para ser maestros y educadores.
De una u otra manera, el mundo no resolverá esto sin sufrimiento, pero estos ya serán sufrimientos de amor, en los que, junto con la fuerza que empuja a las personas por la espalda, también una fuerza los atrae hacia adelante. Esta es nuestra obligación, nuestra misión, mostrarles el camino.
En realidad, yo ya hable de este estado hace muchos años y, francamente, cada día espero que empiecen a escucharnos. De lo contrario, indudablemente, el sufrimiento crecerá más y más. Y a pesar de todo esto, tengo grandes esperanzas. Debido a los medios de comunicación, debido a las reacciones de los científicos y políticos, veo que el mundo ha cambiado. Ellos ya están empezando a captar la idea y a entender que hoy en día se requiere un gran avance, una nueva manera.
Pregunta: Cuanto mejor conectada esté la comprensión del mundo con la manera en que el grupo aprende, más se une éste internamente. Y a pesar de todo esto, nuestro ego exige un pago en forma de convenciones y, en general, de reuniones interminables. ¿No ha llegado el momento para un nuevo nivel? Porque de esta forma no podemos continuar reuniendo a todo el mundo. Alguien siempre se mantendrá al margen y se sentirá privado. ¿No ha llegado la hora en que cada uno de nosotros, dentro de sí, y al mismo tiempo dentro de otro, llegue a la idea de que somos un todo, no sólo a través de la actividad física mutua, sino también con la actividad interna? Tenemos que estar juntos internamente.
Respuesta: El mundo se desarrolla de la «mecánica» simple, a la electrónica, a la radio y la televisión, a las computadoras, a una red virtual, y después de esto, a una red espiritual. Nuestra conexión mutua está acercándose cada vez más a su forma espiritual.
Hoy el mundo está haciendo una transición hacia la conexión virtual, a las llamadas de conferencia, a los teléfonos y chats. Y ahora tenemos que salir a un nivel de conexión para que el mundo entero conozca nuestras coordenadas en todos los segmentos de la red y tenga la posibilidad de conectarse con nosotros de forma fácil y correcta.
Nosotros tenemos que ser accesible a todos en esta forma virtual, para que la persona pueda encontrar un grupo, una sociedad, una nueva imagen de la humanidad, una conexión correcta entre todos. Es necesario que todos entiendan cómo ir hacia el interior, que sepan cómo ser incluidos en este colectivo, cómo vivir en él, cómo sentirse incluidos en una relación mutua. En el momento en que la persona tome un teléfono celular en sus manos o encienda un ordenador, este entorno virtual la abrazará, la atraerá hacia adentro y comenzará a trabajar en ella, la atraerá cada vez más hacia nuevas etapas de desarrollo.
Y al final, los canales artificiales y líneas de comunicación ya no serán necesarios, porque tenderemos los cables de corazón a corazón. Este será el nivel que viene, sin embargo, no podemos elevarnos a él sin comunicaciones preliminares a través de estas redes.
(103236 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/19/13, «Introducción al Libro del Zóhar»)
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