Israel -un pueblo místico

Dr. Michael LaitmanPregunta: En su opinión, las negociaciones entre Israel, los palestinos y los líderes de las naciones árabes ¿traerán una mejora a la situación en Israel?

Hace no mucho, fueron organizadas negociaciones para mantener el status quo del Monte del Templo, se esperaba que esto trajera algo de calma. Sin embargo, la mañana siguiente, los árabes llevaron a cabo tres operaciones terroristas.

Respuesta: Todas esas pláticas no llevarán a nada. La humanidad no se calmará. Nuestros vecinos árabes no se tranquilizarán mientras el mismo pueblo de Israel no se hayan unido de forma integral. Es la única solución y forma de resolver este conflicto.

Si queremos paz dentro de nuestras fronteras y seguridad en nuestra nación, necesitamos lograr la unidad entre el mismo pueblo judío. Esto puede parecer extraño, pero, sólo esto ayudará.

Si hacemos esto, los árabes cesarán sus actividades porque las buenas relaciones entre nosotros se verán reflejadas en ellos y los obligarán a tener una buena actitud hacia nosotros.

Pregunta: ¿No es una especie de misticismo?

Respuesta: ¿El antisemitismo en todo el mundo, el odio general hacia este pequeño pueblo que sólo tiene algunos millones de personas no es místico?

¿No es místico que un pueblo tan pequeño haya traído cultura, educación y todos los elementos de la sociedad humana moderna a todos los pueblos? ¿No es misticismo que no haya desaparecido tras miles de años de exilio?

El mundo entero se ha vuelto integral y redondo, actúa de acuerdo a leyes de conexión entre las fuerzas de derecha e izquierda, menos y más, caliente y frío. Todo está en equilibrio, son sólo los humanos los que actúan de acuerdo a una fuerza negativa.

¡En la humanidad, no hay fuerza positiva! Necesitamos una fuerza positiva que equilibre nuestro ego. El método para despertar la fuerza positiva dentro de la persona, es el método de Cabalá descubierto por Abraham.

Él fundó su grupo al reunir a su alrededor a aquellos babilonios que estaban de acuerdo en conectarse y unirse siguiendo el principio de “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18).

Así es como Abraham creó un grupo, que eventualmente creció y se convirtió en el pueblo de Israel. El pueblo judío no está basado en una comunidad étnica como los otros pueblos, sino en una ideología, en una idea. Todos somos  diferentes pero conectados, por encima de esas diferencias, como está escrito, “…el amor cubre todas las transgresiones” (Proverbios 10:12).

Sólo gracias a este principio hemos existido todos esos miles de años, tan pronto como nos separamos, inmediatamente comenzamos a ser asesinados. En el rollo de Esther, está escrito que Haman, cuando era ministro en Babilonia, dijo al rey, “Existe un cierto pueblo disperso y separado entre los pueblos… escribamos que sea destruído…” (Esther 3:8-9).

Entonces Mordejai vino y unió al pueblo, eso los salvó y hoy, una vez más, estamos afrontando la misma necesidad de unirnos.
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Del programa de radio israelí 103FM 25/oct/15

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