Jpost: “¿Es demasiado tarde para la judería norteamericana”?

El Jerusalem Post publicó mi nuevo artículo “¿Es demasiado tarde para la judería norteamericana”?

Puede ser ya muy tarde para la judería norteamericana, pero unir a los judíos por encima de todos los desacuerdos es aún lo único que puede salvarlos de una catástrofe que ahora está vívidamente en el horizonte.

Por más de un año he estado advirtiendo que los judíos norteamericanos están poniéndose en peligro. Dije entonces que cuando Estados Unidos se volviera fascista, culparían a los judíos. Ahora que el fascismo está creciendo en ambos lados del mapa político, en lugar de mostrar sensatez, “muchos líderes judíos”, para citar al comentados Isi Leibler, “se concentran más en vilipendiar a Trump que en asegurar y promover sus intereses comunitarios. Sin ninguna vergüenza abusan de sus papeles judíos institucionales para promover agendas liberales y de extrema izquierda, incluso etiquetando a sus oponentes como antisemitas para lograr sus objetivos”.

Los líderes y celebridades judías están en una carrera entre sí por condenar al presidente Trump por su reacción inicial hacia la embestida en Charlottesville. En lugar de pronunciarse por la unidad, están alimentando la división. La actriz Debra Messing citó al sobreviviente del holocausto y activista Elie Wiesel: “Debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio le da valor al atormentador, nunca al atormentado”. Entonces, hablando de tomar partido me gustaría citar un comentario que publicó uno de los lectores de Liebler: “¿Dónde estaba toda esa indignación cuando ese izquierdista le disparó a un grupo de senadores y congresistas que jugaban softball hace un par de semanas?”

“Porque ellos siembran el viento, y cosechan tempestades” (Oseas 8:7), advierte la Torá. Mientras más alimenten los judíos estadounidenses el odio, más se volverá contra ellos. Si los líderes judíos estadounidenses piensan que la manera de bloquear el fascismo de ultraderecha es difamando al presidente, demonizar a su electorado, y deslegitimar su administración, sólo ellos tendrán la culpa cuando la ira se vuelva en su contra. Están jugando con fuego.

El judaísmo nunca se ha tratado de la guerra, y ciertamente no del odio. Nos enorgullecemos en la sabiduría del Rey Salomón, quien dijo, “El odio agita las disputas, y el amor cubre todos los crímenes” (Proverbios, 10:12). Nosotros acuñamos el precepto, “ama a tu prójimo como a ti mismo”, y nuestro propio Rabí Akiva dijo que esto es toda la Torá, nuestra ley judía ¿Cómo podemos llamarnos judíos mientras exudamos tal odio?

Hicimos de la unidad por encima del odio nuestro lema, nuestro estilo de vida, y ahora estamos haciendo exactamente lo opuesto. La Mishná nos dice (Okatzin, 3:12): “Dios no encontró una vasija que sostuviera una bendición para Israel sino la paz, como fue dicho, ‘El Señor le dará fortaleza a Su pueblo; el Señor bendecirá a Su pueblo con paz’”. El libro Shem Mishmuel escribe que “Cuando Israel son ‘como un hombre con un corazón’, son una muralla fortificada en contra de las fuerzas del mal” ¿Entonces por qué estamos combatiendo el odio con odio en lugar de unirnos como sugirieron nuestros sabios? ¿Alguien piensa realmente que sermonear con condescendencia a la mitad de la población de USA disminuirá el antisemitismo? ¿Qué clase de patética política es esta?

Lo único en lo que los judíos deben enfocarse es en la unidad entre ellos. Y por unidad, no quiero decir que deben unir filas en contra del presidente, sino que unan a todas las facciones de la judería estadounidense: todas las denominaciones, los no-afiliados, los que han tenido matrimonios mixtos, la comunidad LGBT, cada uno. Si los judíos, que siempre están en el centro de atención (y hoy más que nunca), le muestran a Estados Unidos que la unidad es posible, serán un modelo a seguir positivo, y todos le agradecerán a la comunidad judía por probarlo.

El libro Likutey Etzot (Miscelánea de consejos) especifica cómo debemos relacionarnos con aquellos con los que no estamos de acuerdo: “La esencia de la paz es conectar dos opuestos. Por lo tanto, no se alarmen si ven una persona cuyo punto de vista es completamente opuesto al suyo y piensan que nunca serán capaces de hacer la paz con él. Además, cuando ves dos personas que son completamente opuestas entre sí, no digas que es imposible hacer la paz entre ellos. Al contrario, la esencia de la paz es intentar hacer la paz por encima de dos opuestos”.

Si la judería norteamericana quiere crear esa “muralla fortificada contra las fuerzas del mal”, deben remover las murallas que han erigido hacia sus hermanos. No estoy seguro que la judería norteamericana no haya perdido su último tren, pero el enfoque de unir a los judíos por encima de los desacuerdos entre ellos es el único enfoque que puede salvar a la judería norteamericana de una catástrofe que ahora se ve vívidamente en el horizonte.
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