La 50a puerta de Biná

Existen muchos tesoros ocultos en ese palacio, uno sobre otro. Dentro de ese palacio, hay puertas que se hicieron para ocultar, para bloquear las luces. Son cincuenta (Introducción a El Libro del Zóhar, Capítulo “La cerradura y la llave”). 

 

Al estudiar El Libro del Zóhar, debemos creer que este libro es un intermediario entre nosotros, los más inferiores y el Creador, el superior; y toda esta conexión tiene lugar a través del grupo de Rabbi Shimon.  

 

Las puertas son las condiciones que tenemos que cumplir. Para pasar por las puertas, se requiere estar cerca de ellas y adaptarse uno mismo a ciertas propiedades. Después, algunas de las puertas abren, otras se cancelan y algo tenemos que corregir al integrarnos con ellas. 

 

Después de cada puerta, se revela cada vez más dentro de nosotros mismos, el deseo de otorgar, nos acercamos más y más al Creador y entendemos mejor todo el sistema que conecta la creación con el Creador. Por consiguiente, en cada puerta que atravesamos, nos adentramos más y más en el palacio del Creador. 

 

Detrás de la última, la 50a, absolutamente todo se revela, todo Maljut, totalmente adherido con la fuerza superior.

El mismo proceso   La última y 50ava puerta.

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