La alternativa al sufrimiento

Baal HaSulam, «Paz en el Mundo«: Se nos proporcionan cuatro propiedades para tal fin: misericordia, verdad, justicia y paz. Estos atributos han sido utilizados por todos los reformadores del mundo hasta el momento. Es más correcto decir que es con estos cuatro atributos que el desarrollo humano ha avanzado hasta ahora…

Es solo por estos cuatro atributos que tenemos que manejarnos a nosotros mismos para que podamos llevarnos hacia el final de la corrección. Así que, ¿como los discernimos? Muchos pueden hablar acerca de la misericordia, de la verdad, de la justicia y de la paz durante horas, pero ¿podemos estar de acuerdo en qué son estos atributos?

Esto no es sencillo, pero Baal HaSulam, conociendo la naturaleza espiritual, escribió que esto es lo que tenemos que aclarar con el fin de manejarnos a nosotros mismos y al mundo. No sabemos lo es un mundo corregido. Todos nosotros somos corruptos y por lo tanto nos parece que cualquier mejora egoísta es ya una corrección. Sin embargo, para Baal HaSulam, un mundo corregido es un mundo en el que todas las posibles deficiencias están totalmente llenas. ¿Cómo es eso posible? Tendremos que averiguarlo.

En primer lugar, tenemos que entender que nunca seremos capaces de llenarnos a nosotros mismo de manera egoísta, sino solamente en otorgamiento, porque mientras que no existe ninguna restricción en el otorgamiento, si la hay en la recepción. Entonces, ¿cómo podemos desear recibir, de tal manera que la recepción misma nos haga comprender que vale la pena otorgar?

Podemos desarrollarnos en este sentido por los golpes: Cada vez que quiero recibir algo, recibo más y más golpes, hasta que finalmente llego a la conclusión de que es mejor no desear recibir egoístamente. Entonces empiezo a odiar mi deseo de recibir, y ya no sé qué hacer con él. «Por lo tanto, ¿quizás disfrute del otorgamiento?».

Y por lo tanto los diferentes defectos, me llevan a un punto en el que pido el deseo de otorgar, el poder de otorgar, el poder de conectarme con los demás. Este es el camino del sufrimiento y el ascetismo sobre el cual se dice: «come pan con agua frugalmente y duerme en el suelo». En el pasado la gente utilizaba esto, y así avanzaban hacia el otorgamiento.

Es lo mismo hoy en día, si la gente no acepta la sabiduría de la Cabalá y la explicación sobre el desarrollo del mundo, ellos también avanzarán de la misma forma. Ellos querrán más y más, pero obtendrán cada vez menos y menos, y como resultado del sufrimiento, la gente empezará a sentir que vale la pena estar juntos, otorgarnos unos a otros, conectarnos, restringir nuestro ego, e incluso borrarlo completamente.

Vemos que en tiempos de guerra, cuando los problemas descienden sobre todos, las personas comienzan a conectarse. Incluso los animales no tienen miedo unos de otros cuando hay un incendio en el bosque o un terremoto, y todos ellos escapan juntos de los peligros. El problema común los une porque el miedo a la muerte es mayor que el miedo al hambre. Está claro que no se convertirán en «justos», pero el deseo de satisfacer su hambre es dejado de lado por un mayor deseo de sobrevivir.

Nosotros somos iguales. Por supuesto, podemos avanzar hacia la corrección por el sufrimiento. Que nos obliga a aspirar al otorgamiento y a destruir nuestro ego, la fuente de todo el mal en nuestro mundo. Pero este es un camino largo y doloroso.

Esta es la razón por la que se nos dio una alternativa, el camino de la Torá. ¿Por qué? ¿Por qué necesitamos esta otra manera? Es porque no llegamos al libre albedrío mediante el sufrimiento. Sólo huimos de él, como si fuéramos animales. Fuera de la desesperación, estamos incluso dispuestos a otorgar, pero es sólo porque nos sentimos mal cuando recibimos. No elegimos el otorgamiento por voluntad propia, sino como resultado de nuestro sufrimiento, ya que no tenemos otra opción. Este es el grado de una bestia, no del hombre.

Con el fin de llevarnos hacia el nivel humano, necesitamos dos fuerzas: la fuerza del otorgamiento y la fuerza de la recepción, con el libre albedrío colocado entre ellas. Este es el camino de las personas que tienen el punto en el corazón.

Las personas que no tienen el punto en el corazón también tienen libre albedrío: Ellos pueden optar por seguir a quienes pueden llevarlos hacia adelante.

(56427 – De la 5º parte de la lección diario de Cabalá del 10/4/2011, «Paz en el Mundo»)

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