Es bien sabido que «Israel es fuerte cuando nos tratamos bien». Desde que empezó la guerra, vemos ejemplos de valentía, abnegación, apoyo mutuo y ayuda en el pueblo de Israel. Entonces, ¿Por qué recibimos un golpe tan terrible, comparable al Holocausto?
El hecho es que no existe una conexión real de corazón a corazón. Ahora después de este golpe la gente está haciendo cosas maravillosas en beneficio de la nación, pero pasará algún tiempo, dos semanas, dos meses, y todo volverá a ser como antes, y el enfrentamiento se desbordará de nuevo a las calles.
Nos impresiona la crueldad salvaje de lo ocurrido, pero no es la primera vez en la historia del pueblo judío que ocurre una catástrofe semejante, y seguimos sin sacar conclusiones.
Debemos darnos cuenta de que la crueldad es inherente a la naturaleza humana, especialmente hacia el pueblo de Israel. Después de todo, está escrito en nuestra Torá que debemos ser los mejores; el Creador quiso que fuéramos un buen ejemplo para todos, y si no, otras naciones nos tratan peor que a los demás.
¿En qué debemos ser los mejores? En realidad, ¡en todo! Y sobre todo, en las relaciones entre nosotros, estamos obligados a ayudarnos unos a otros, a querernos y a sentirnos cercanos.
Ahora sentimos esa cercanía, pero solo porque tememos que vuelva a ocurrir, pero en cuanto se disipen los temores, volveremos a ser indiferentes el uno al otro.
Una persona recibe fuerzas para actos heroicos del sentimiento de que está haciendo lo bueno y lo correcto. Esto le permite ir incluso en contra del instinto de conservación, por eso se le llama hombre y no animal, que solo actúa según sus instintos.
Debemos ver ejemplos de cómo deberíamos ser todos con los demás en estas acciones desinteresadas y darnos cuenta de nuestra responsabilidad de salvar a nuestros vecinos. Así es como debemos actuar no solo en la hora de la catástrofe, sino todos los días. Al fin y al cabo, debemos comprender que siempre estaremos en una situación de emergencia hasta que consigamos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, hasta que la atención, la unidad, el cuidado y la ayuda mutua se conviertan en algo habitual para nosotros, y no en una proeza.
APRENDER MÁS Nueva Vida #174- Ayuda mutua y benevolencia
