La definición más simple de la meta

laitman_2008-11-14_7127El Creador creó el deseo de placer y lo llenó con la Luz. El Creador y la creación estaban fundidos, como uno solo –  deseo y Luz, el estado de la fusión. En la Cabalá, éste es el Estado 1 – el primer estado de la Luz. Todos los deseos, las almas y los mundos están llenos de la luz del Infinito, en una unidad simple y común. Pero toda esta situación se mantiene solamente con la fuerza de la Luz, con la fuerza del Creador.

Después de eso ocurre la primera restricción (Tzimtzum Alef) y la Luz desaparece; los mundos rechazan paulatinamente la Luz, creando su ocultamiento, hasta que la creación llega a romperse en pequeñas partes – aisladas, separadas, dispersas por la explosión. Y ahora cada alma es una pequeña parte de la montaña de fragmentos de aquel estado anterior. Esto se llama el Estado 2.

La diferencia entre el primero y el segundo estado es la ausencia de la Luz. La corrección, el regreso de la Luz, radica en la petición, la elevación del MAN para que vuelva la Luz, por el deseo de los inferiores, o sea, de las almas de esos mismos fragmentos que quieren unirse de nuevo. No hay nada más que simplemente eso. En ello consiste toda nuestra vida y nuestro propósito, para el que existimos.

Sólo debemos sentirnos separados, como unos fragmentos rotos, fracturados de la totalidad de la montaña del pasado; fragmentos que deben unirse de nuevo. Pero sólo “la Luz que Retorna” puede unirnos de nuevo en una sola entidad. Ésta nos devolverá a aquel impecable estado  donde hace tiempo nos encontrábamos y trabajábamos todos juntos, como engranajes perfectos. ¡A eso debemos volver!

Por eso, nuestra meta se divide en dos:

  1. Lograr el deseo de la unión mutua.
  2. Entender que no podemos hacerlo con nuestras propias fuerzas y lograr dirigir una plegaria verdadera al Creador (elevar el MAN).

Nuestra unión debe ser para conseguir la semejanza con el Creador, para dar placer a Él, como Él lo da a nosotros. Con eso alcanzaremos la semejanza y Su estatus.

(Extracto de la lección sobre el El prefacio al Libro del Zóhar”,  correspondiente al 18 de enero 2010)

 

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