La desigualdad es la fuente de todos los problemas de la sociedad

laitman_2009-05-28_0097_wCuando analizamos los datos estadísticos en el mundo respecto a los fenómenos negativos sociales como las tasas de encarcelamiento, abuso de las drogas, depresión, violencia doméstica, distanciamiento entre padres e hijos, descubrimos algunos puntos muy interesantes.

Resulta que estos problemas son casi inexistentes en los países pobres. Cuando se les ofrece antidepresivos a las personas que viven en países que tienen un nivel social de igualdad, no comprenden lo que les dicen. Sin embargo en las sociedades en donde existe una gran desigualdad social, tomar antidepresivos es la norma corriente y muchas personas tienen sus propios psicólogos o terapeutas.

Al final resulta que el problema no está en la pobreza sino en la desigualdad entre los diferentes estándares de vida y cómo me evalúo frente a los otros dentro de la disparidad que existe entre nosotros. La igualdad es una ley de la Naturaleza, así es que entre menos equilibrada se encuentre una sociedad, más problemas tendrá, como crimen, drogas, depresión, divorcios, etc.  Al mismo tiempo, entre las personas estén más nivelados en sus estándares de vida, menos problemas de esta clase enfrentará  la sociedad.

Usted puede vivir en una cueva y ser feliz, o puede vivir en medio de la prosperidad sin ningún problema: mientras todos en su sociedad vivan de la misma forma. Los problemas se presentan únicamente por la desigualdad, ya que es precisamente la falta de equilibrio que se encuentra en la raíz del mal.

Lograr que todas las personas sean iguales, sin embargo, no es tarea fácil, ya que contradice nuestro deseo egoísta. Por lo tanto, una persona debe recibir compensación: ¿qué obtendríamos siendo iguales a los otros, si nuestro deseo ahora es ser superiores a  los demás? La Cabalá nos dice que sólo revelando al Creador podemos cambiar este deseo y en consecuencia vivir como iguales. Revelar al Creador llenará todos los sentimientos de desigualdad y esa será la recompensa por el compromiso que hacemos de ser iguales a los demás.

La sociedad empieza a entender que la desigualdad alimenta el mal, ya que se opone a la fuerza principal de la Naturaleza, según la cual todo debe estar en equilibrio y en  congruencia. Recibimos el llenado del infinito, el cual existe en absoluta igualdad y por lo tanto percibimos cualquier fenómeno contrario, como si fuera una ruina.

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