Usted es responsable de siete mil millones de niños

man1Una pregunta que recibí: ¿Cómo desarrollará la gente el deseo de unidad? ¿Además del sufrimiento, qué puede despertar ese deseo en todos?

Mi respuesta: Estamos absoluta e inseparablemente conectados dentro de una total garantía mutua. Este estado ha sido concebido por la Naturaleza sin nuestro consentimiento y no tenemos otra opción.

Supongan que han adquirido un departamento en un edificio donde habitan 50 vecinos y cuando firmaron el contrato, no se percataron que consentían vivir en garantía mutua con todos ellos. Ahora, ustedes son responsables de todo lo que les ocurra a estas 50 familias.

Esto significa que si uno de ellos comete un delito, ustedes serán los responsables y los llevarán a la cárcel en lugar de él. Ustedes serán responsables de todos y cada uno. Esta es la realidad de la garantía mutua.

La humanidad debe tomar consciencia que este convenio de garantía mutua total y absoluta, en este momento nos está presionando y que cada persona es responsable de todo el planeta. ¿Qué podemos hacer en contra de este convenio extremadamente difícil e irrevocable? ¡Después de todo, ser responsable de todos y cada uno es insoportable! La gente sentirá que no hay otra opción más que voluntariamente conectarse con los demás en forma correcta y bondadosa. Sin embargo, el problema es que no se nos permitirá hacerlo.

Aunque logremos discernir que el deseo de unirnos es necesario y todos los gobiernos consientan en ello durante alguna reunión (como el G20), incluso entonces cada persona individualmente, así como la totalidad de las naciones, descubrirán su incapacidad para unirse. Aunque parezca que todos perciben la desesperanza del estado actual, al mismo tiempo no existirán las oportunidades para unirse. Esta es la revelación de una fuerza extraña sobre nosotros.

Es como si alguien de arriba con toda intención estuviera obstaculizándonos, haciéndonos tropezar, y no nos permitiera alcanzar lo que deseamos, a pesar de todos los esfuerzos y contra toda lógica. Y entonces, «llorarán por esta labor». Cuando esto ocurra, la tercera fuerza se revelará: quien desee salir de este estado debe emplear la Luz de la Fuente para reemplazar el odio dentro de sí mismo con amor y empezar a amar lo que odiaba anteriormente.

Ni siquiera estamos conscientes de cuánto odiamos al Creador ahora, cuán distantes nos encontramos de Él y cuán opuestos somos en nuestros atributos. Es difícil creer que el amor hacia Él incluso sea posible. Después de todo, Él es quien creo todo lo malo en este mundo y nos colocó en el peor de los estados.

Lo odiamos a Él, específicamente, y a nadie más, pues, «No hay nadie más aparte de Él». Y desde este punto precisamente toda persona necesita alcanzar su desarrollo personal, necesitamos dar un giro en la dirección opuesta y empezar a amar.

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