La espiritualidad tiene sus propias matemáticas

Dr. Michael LaitmanPregunta: Sabemos que en la espiritualidad no existe el «casi», pero al mismo tiempo, el camino espiritual está dividido en  niveles, y cada uno de ellos nos acerca a la perfección ¿Cómo se combina lo absoluto con el avance gradual?

Respuesta: En cada nivel, en cada grado espiritual, cada uno de nosotros tiene su propia medida, de acuerdo al orden de realización de las Reshimot (registros espirituales). Las grandes vasijas generales fueron rotas en pedazos, y cada pedazo tiene sus propios límites, sus propias medidas de conjugación con otros, su medida de corrección, y su propia «medida de esfuerzos», tanto en el valor absoluto como en el individual.

En realidad, no hay un «casi» en la espiritualidad. Si en un nivel dado ustedes corrigen nueve partes de diez, entonces aún no se las han arreglado para corregirlo. Sólo después que corrigen la décima parte completan el trabajo.

De la misma manera el electrón no puede existir separado del átomo. El átomo está hecho de muchas partículas y todas tienen que estar en el lugar correcto. Más tarde se crean otras formas más grandes y complejas: moléculas, células, y cuerpos, y cada una tiene que estar en su medida completa. Incluso la medida más pequeña tiene que estar completa, hasta la última y más pequeña partícula.

Pregunta: Por una parte, todos tiene que ser como un hombre con un corazón, y por otra parte, se dice que cada persona puede juzgar al mundo entero ya sea a la escala de mérito o de manera desfavorable ¿Cómo podemos explicar eso?

Respuesta: Es imposible explicar eso en nuestro nivel. Es imposible percibirlo mediante nuestra mente. No son las leyes de las matemáticas ordinarias lo que opera aquí, de acuerdo a las cuales uno más uno es igual a dos. La espiritualidad tiene sus propias matemáticas.

Pregunta: ¿Qué es una «medida completa»? ¿Cuál es el criterio de plenitud?

Respuesta: Una medida completa es un signo de cambio en cada nivel, de acuerdo al principio de «me he esforzado y he encontrado». Yo me esfuerzo cada vez más y «salto» hacia un nuevo estado. Es sólo de acuerdo a esta reacción que sé con seguridad que me he esforzado lo suficiente. Es imposible predecirlo. No hay ningún «contador», ningún indicador del avance, de acuerdo al cual pueda juzgar mi éxito.

Esto se debe a que nosotros trabajamos «por encima de la razón», en otorgamiento, y el otorgamiento no puede medirse. Las medidas siempre son en el deseo de recibir. En el otorgamiento, la medida sólo puede ser con respecto a la revelación, y entonces siempre es de acuerdo a «me he esforzado y he encontrado». Este hallazgo es la revisión definitiva.

(105446 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 16 Aril del 2013, «La Introducción al Libro del Zóhar»)
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