La mágica Luz del amor incondicional

El proceso de corrección está dividido en varias etapas que determinan el orden de nuestro avance. Si se nos permitiera sentir ahora en nuestras vasijas de recepción el placer que viene del Creador, que Él es bueno y benevolente, nunca seríamos capaces de corregirlas para que sean con el fin de otorgar. Entenderían qué placer hay en la Luz superior y sería imposible restringirlas y corregirlas.

Entonces durante la primera etapa, la persona debe alcanzar la fe, lo cual significa adquirir la fuerza de otorgamiento que nace en ella mediante la influencia de la Luz si hace esfuerzos al trabajar en el grupo, anhelando el otorgamiento, según el grado de su entendimiento de este atributo. Entonces la fuerza que de pronto lo obliga a sentir que el otorgamiento es bueno, gradualmente se estabiliza en ella.

Parece que ella prefiere el otorgamiento por razones egoístas también, pero no es así. Ella disfruta del hecho de no ser egoísta. La Luz, debido a su influencia le da esta inclinación, tales valores, que le fuerzan a valorar el otorgamiento. Entonces la persona está dispuesta realizar acciones de otorgamiento en aras de las acciones en sí. Sólo pide ser capaz de realizar acciones hacia aquellos que la rodean.

Según el grado en que adquiere la fuerza de otorgamiento, ella comienza a entender cómo trabajar con sus vasijas, lo cual es llamado observar los 613 mandamientos, lo cual significa la corrección de los 613 deseos en los que está dividido el deseo general de la persona. Entonces, por supuesto, usa todo su deseo sólo con el fin de otorgar.

Al grado en que puede usar sus propios deseos con el fin de otorgar, ella comienza a sentir no la fuerza de otorgamiento, sino la fuerza del amor. Así, como resultado de observar los 612 mandamientos, llega al último mandamiento, al mandamiento número 613, el amor del Creador.

Entonces el placer eterno se le revela mediante todos esos mandamientos, lo cual era la meta de la creación, mediante la cual el Creador inicialmente tenía la intención de llenar al hombre.

Resulta que ni un solo paso en este camino es posible, sin la deficiencia de la persona que lo precede. En eso la persona depende totalmente del entorno. De manera que según el grado en el que este dirige a la persona e incrementa su deficiencia por el otorgamiento, ella eleva a su entorno de manera que esas deficiencias sean su meta común.
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De la preparación para la Lección diaria de Cabalá del 11/30/12

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