Generalmente sentimos alegría porque le hemos contado al Creador nuestros problemas, nuestras peticiones y lo que queremos de Él y estamos esperando confiados en que lo recibiremos. Por lo tanto, terminamos nuestra oración con alegría y nos apartamos de Él.
Pregunta:
¿Deberíamos regocijarnos porque hay una oración en la que podemos sentirnos más, conectarnos unos con otros?
Respuesta:
Debemos sentirnos y conectarnos unos con otros antes de la oración. ¡Antes de la oración!
La oración es un gran poder; en principio, es la única manera de dirigirse al Creador, todo lo demás son todo tipo de alabanzas, pero la oración es un verdadero discurso al Creador. Es lo que quieres decirle, lo que deseas de Él.