La recompensa espiritual siempre llega con un bono

DontLookforLoveInThisWorld_thumbEn la espiritualidad cuando completo mi trabajo en cierto grado, recibo más de lo que gano. Digamos que corregí mi deseo en el nivel inanimado; ¿es esta realidad suficiente para dar el salto cualitativo al nivel vegetativo? Es aquí en donde encuentras algo extra, una especie de “bono” que necesitas para tener la fuerza para avanzar.

Hacemos lo mismo en nuestra vida diaria, “llenando” a un niño antes de tiempo con diversos conocimientos y habilidades que necesitará más adelante. Igualmente, empezamos nuestro desarrollo espiritual en el peor y más bajo grado y es por eso que se me otorga fuerza adicional, puesto que nunca podría salir adelante sin esto.

Parece que lo recibo “gratuitamente” y después regreso mi “deuda” al corregirme. El Creador creo la inclinación al mal, y le pedimos ayuda para nuestra corrección. ¿Sin embargo, no fue Él que nos colocó en esta situación? ¿Entonces por qué tenemos que pedírselo?

La cuestión es que al pedir ayuda, nos organizamos y empezamos a entender la clase de corrección que necesitamos, lo que es la intención para el otorgamiento y qué necesitamos para ir a la siguiente etapa. Así nos vemos obligados a dirigirnos al Creador y establecer una conexión con Él.

“Estoy escuchando”, te dice Él. “Necesito corregir esto”, Le dices tu, “Pero no puedo yo solo”. Entonces te conviertes en “supervisor” de tu propia construcción y a través de ello empiezas a entender las acciones del Creador, su mente, su programa y su atributo según el principio, “Te conoceré a través de Tus acciones”.

Resulta que tu súplica al Creador forma tu futuro. Y Él hará todo el resto.

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