No hay nada malo en el mundo. Sin el mordisco de la serpiente, es decir, sin nuestro ego, que surgió repentinamente y comenzó a manifestarse, no avanzaríamos, seguiríamos siendo animales en nuestro mundo y nunca podríamos escapar.
No tendríamos deseos ni oportunidades. Por eso se dice: «Porque Dios sabe que el día que comas de él, se te abrirán los ojos y serás como ángeles, conociendo el bien y el mal».
En otras palabras, la serpiente claramente hace su trabajo y está dedicada al Creador en todo. Se dice que los ojos de Adán y Eva se abrieron por la serpiente. “Tus ojos se abrirán”, vieron que estaban desnudos, que prácticamente no tenían nada más que una meta elevada. Y aunque estaba lejos, era hermosa.
Por eso necesitan vestirse, es decir, adquirir nuevas propiedades, propiedades de otorgamiento y amor por el prójimo. A esto se le llama «vestirse» a sí mismo, su egoísmo. Es decir, el egoísmo está adentro y lo corrigen. Al usar vestiduras, lo hacen similar al Creador y se elevan, como predijo la serpiente: «… y serán como ángeles, conociendo el bien y el mal«.
Así, con la ayuda de la serpiente, revelaron la gran meta a la que debían llegar.
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De Kabtv “El poder de El libro del Zóhar” # 16
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