Pregunta: Cuando hablamos de sentimientos, inmediatamente nos imaginamos una persona emotiva, abierta a todos. Por un lado, esto puede ser estimulado. Por otro lado, es posible cambiar el enfoque de la persona para que él o ella no lleguen a ser tan emocionales. ¿Cuál debería ser el grado óptimo de emotividad en los grupos de educación integral? ¿Hay lugar para las lágrimas?
Respuesta: ¡Por supuesto! Vemos cómo los hombres adultos lloran bajo la influencia del grupo, la persona de repente tiene esos sentimientos que no es capaz de controlarlos. Y realmente no siente ninguna necesidad particular de hacerlo.
Por supuesto, hay ciertos factores que limitan. Pero, en general, en realidad llegan a las lágrimas, lágrimas de alegría y liberación, a diversas expresiones de energía positiva. Esto es natural. Por supuesto, este es un proceso muy emotivo.
Después de todo, las emociones son nuestra esencia. Y la mente sólo está destinada a conducirlas ya sea para la supresión de ellas, como lo hacemos en la vida, o por el contrario, para usarlas en nuestro beneficio, que es lo que estamos tratando de lograr en la educación integral.
(70104 – De la «Charla sobre educación integral» # 9 del 15 de Diciembre del 2011)
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