Las dos fuerzas que motivan nuestro desarrollo

Hay dos fuerzas por medio de la cuales avanzamos, y la relación entre ellas indica el nivel en el que está la persona. El Creador no tiene problema en empujarnos desde atrás y hacernos avanzar por los sufrimientos. Entonces no tenemos otra elección sino avanzar. Avanzaremos en la dirección que el Creador quiere que avancemos, pero eso no se considera avance.

A lo largo de la historia y de nuestra evolución, el ser creado ha atravesado los niveles inanimado, vegetativo y animado, que son llamados «naturaleza«. Más adelante, en el nivel de hablante también hay niveles inanimado, vegetativo, animado, y hablante, pero ya pertenecen a un nivel humano.

Los niveles inanimado, vegetativo y animado se desarrollan en nosotros bajo la presión y el sufrimiento. Pero el ser humano se desarrolla en nosotros gracias a la conciencia, al conocimiento, la fe, y el alcance de la grandeza de la meta, el anhelo por el otorgamiento.

A lo largo de las generaciones, los seres humanos se han desarrollado en los niveles inanimado, vegetativo y animado, y ahora entramos en el nivel de desarrollo «humano». La diferencia es que como seres humanos podemos desarrollarnos si anhelan por anticipado la grandeza de la meta.

Esto significa que yo tengo que estabilizar la meta y su valor dentro de mí tanto como pueda, dirigirme hacia ella, utilizando todos los medios que pueda. Como se nos dice: «Israel (aquellos que anhelan el Creador), la Torá (la Luz que Reforma), y el Creador son uno». Lo principal es que yo anhele la meta y no que alguien me controle para obligarme a hacer algo, que me empuje por la espalda por medio de los sufrimientos.

Gracias a los sufrimientos, yo puedo ser influenciado a través de mi egoísmo y entonces comenzar a moverme. Pero no porque la grandeza de la meta, la grandeza del otorgamiento y del Creador me jalan. Por lo tanto, no desarrollo mi punto en el corazón, sino que huyo simplemente del sufrimiento.

Una fuerza y un factor diferentes se activa aquí, por medio de los cuales soy motivado. Así que esto no es desarrollo. La persona puede experimentar grandes sufrimientos, hubo muchos intentos para que se despertara, pero esto no significa que ella haya avanzado ni un milímetro.

Aunque pueda parecer que ha avanzado, no lo ha hecho. Por eso se nos dice que los sufrimientos pulen el cuerpo de la persona (su egoísmo) al igual que la sal pule la carne. El sufrimiento sólo nos hace ser más sensibles, pero no nos hace comenzar a movernos. La persona sólo puede moverse si comienza a parecerse al Creador.

(64520 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 12/28/11, Shamati)

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