Las mujeres profetisas – El factor crucial en el desarrollo espiritual

Pregunta:

¿Cuál es el papel de la mujer, en los puntos críticos de la historia de la humanidad? 

Respuesta:

En todos los puntos críticos de cambio en la historia de la humanidad, desde tiempos antiguos, hasta el día de hoy, realmente ha sido la mujer el factor más crucial. La primera gran mujer fué Eva, gracias a quien el ego fue revelado como la gran fuerza egoísta que desarrolla el mundo. ¡Hurra a nuestra matriarca común!  

La siguiente gran mujer, fué Sara. En realidad, gracias a ella, Abraham se desarrolló, cuando el Creador le dijo a él “Escucha lo que Sara te dice”. De hecho, todos los grandes hombres de quienes nos enorgullecemos tanto, fueron grandes porque escucharon a sus esposas. ¡Es un hecho!  

Después el primer hijo de Abraham, Ismael, nació de su rama. Él fué el profeta musulmán y el líder de la nación árabe. Llegó a ser grande gracias a su madre, quien era concubina de Abraham y Abraham, le bendijo. 

   

Después llegaron las matriarcas Rebeca, Lea y Raquel, quienes guiaron a sus esposos, Isaac y Jacobo. Jacobo recibió el derecho de nacer, gracias a los esfuerzos de su madre. 

¿Hubieran podido entrar a Egipto los hijos de Israel, sin que la esposa de Potifar, ministro del Faraón, no hubiera intentado seducir a Josef y no lo hubiera encerrado en un calabozo, de donde luego él fue liberado como un héroe?  Es gracias a su hermana Miriam, que Moisés se encontró en el palacio del Faraón, donde lo crió Batya, la hija del Faraón. Después, cuando vivió con Jetro, Moisés se casó con Tzipora, quien lo guió, engendró a sus hijos y lo devolvió a Egipto, diciéndole que  debía regresar a su pueblo. 

 

Durante el éxodo de Egipto, las mujeres constantemente apoyaron a los hombres y les inspiraron con sus cantos. Ellas los obligaron a establecer buenas conexiones con los demás. Ellas rodearon a los hombres en el Monte Sinaí y los presionaron para revelar al Creador. Con el Creador en el medio y las mujeres por detrás, era imposible no recibir la Torá. 

 

Cuando el pueblo de Israel, entró a la tierra de Israel, surgieron las mujeres profetas, quienes se convirtieron en líderes de la nación. Pero eran un tipo de profeta, totalmente distinto al de Sara, Rebeca, Lea y Raquel. Estaban en un nivel espiritual más alto que los hombres. Los hombres cultos con barba blanca, solían acudir a ellas, para pedirles un serio consejo espiritual interno. 

 

Vemos lo mismo, cuando las personas estuvieron en el segundo exilio en Babilonia, cuando la Reina Esther, manejó en secreto e inconscientemente las cosas. La palabra “Esther” proviene de la palabra hebrea  “Histara” – ocultamiento y, esta es la razón por la que el gran libro sobre el éxodo del exilio en Babilonia, se llama El Libro de Esther (la revelación del ocultamiento).

 

La dinastía de Israel se fundó gracias a Ruth, quien perteneció a otra nación y se unió a la nación de Israel y dijo “esta casa será mi casa”. Ella se convirtió en la bisabuela del más grande rey judío, el Rey David. En Israel, la monarquía no se heredaba, como en el resto de las naciones, sino que el rey se coronaba de acuerdo a su nivel espiritual. Por consiguiente, Ruth se puede llamar “la madre de la dinastía” que estaba en el nivel espiritual más elevado.  

 

El Rey David alcanzó grandes alturas y se convirtió en el más grande líder espiritual en nuestro mundo, gracias a su relación con una mujer especial, Bat Sheba, gracias a quien él ascendió al siguiente nivel. Sus grandes logros y su asombro por el Creador, se expresan en su libro Salmos, al que todo el mundo se refiere hasta el día de hoy.

                                          ¿Porqué?   La mujer moderna y la Cabalá

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