Letras negras sobre fondo blanco

Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot, parte 1, “Reflexión interior”, ítem 32: El asunto es que las Otiot (letras) del nombre de cuatro letras (Yud- Key- Vav -Key) no implican ni indican la cantidad de Ohr (Luz) en el Ein Sof (Infinito). En lugar de esto, estas indican medidas del impacto en el Kli (vasija). El blanco en el pergamino del rollo de la Torá implica la Ohr, y el negro, al estar las Otiot en el rollo de la Torá, indican la calidad de los Kelim (vasijas).

Cuando Baal HaSulam habla acerca  de los colores blanco y negro en el libro, el no se refiere al papel y tinta físicos, o al  pergamino hecho de la piel del animal. Él habla sobre cómo y dónde revelamos la cuarta fase “Dalet” (la última fase, correspondiente al Kli externo, “piel”).

Yo tomo la “piel del animal”, es decir mi naturaleza animada, su cuarta etapa final, y la divido, la corto en dos partes, desgarrando el interior de la capa externa. Entonces, desde la capa interna de la piel,  se hace el “pergamino”, en el cual puedo escribir letras.

Esta es mi etapa final, la cual aun puedo corregir. La capa más externa del deseo que permanece después de esta separación es imposible que yo la corrija. Por lo tanto, la Luz y la obscuridad dentro de la criatura son reveladas en el grado más perfecto. ¡Nada más es posible!

La gran revelación de la Luz tomará lugar sólo al final de la corrección (GmarTikkun) donde descubrimos que no hay letras ni pergaminos, y que es posible corregir toda la  “piel”: toda la Maljut está incluida en la corrección. Entonces, las letras desaparecen, y resulta que “Él y Su nombre son Uno”.

Maljut y Bina están completamente conectadas y alcanzan el grado de Keter, como es dicho: “Y ambas irán juntas”. Es por esto que las letras, procedentes de las Sefirot ZAT de Bina (la mitad inferior de Bina) y debajo de estas, desaparecen. No hay más diferencia entre blanco y negro.

La Torá nos es dada sólo hasta el final de la corrección. Después de aquello, este método no lo necesitamos más. Si terminamos la corrección, no necesitamos la Torá (La Luz que Reforma). Estaremos en otro, en un estado nuevo.

(46804 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/31/2011, Talmud Eser Sefirot)

Material Relacionado:
Las leyes de hierro de la gramática espiritual
Los contornos de las combinaciones espirituales
El decodificador espiritual

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *