Liberación

Hay dos enfoques para vivir. El primero es dedicar nuestra atención a este mundo, obteniendo tanto placer como sea posible. Por esta razón, la humanidad conquista el espacio y explora las profundidades del átomo. Todo ésto es trabajo con la materia.  

Pero la sabiduría de la Cabalá dice que en lugar de volar hacia las estrellas más distantes necesitamos ahondar en la profundidad del ser humano. El mundo es descubierto dentro de nosotros, ahí vemos el mundo. El hombre percibe la realidad con su conciencia y por lo tanto, cambiándola cambia la realidad.

La realidad es un reflejo de nuestras cualidades internas. Al corregirlas, empezamos a ver el mundo espiritual. Y al retornar a nuestras características originales egoístas, vemos este mundo.

Por eso, incluso en relación a la Torá hay dos enfoques. Hay aquellos que observan los mandamientos de la Torá sólo en sus acciones, pensando que la Torá describe la obediencia externa. Y por eso esta Torá es llamada externa, porque es observada sólo a través de acciones físicas y palabras. Pero hay personas llamadas cabalistas, quienes creen que seguir la Torá es una acción interna, llevada a cabo mediante cambios en la naturaleza humana.

Al trabajar en un grupo, de acuerdo al método de Cabalá, atrayendo la Luz que Reforma, la persona empieza a cumplir con la Torá y los mandamientos, no sólo con manos, piernas y palabras, sino con el deseo corregido, con ayuda de la Luz y dividida en 613 partes. Por esta  razón está dicho, “la opinión de la Torá es opuesta a la opinión de las masas”.

El enfoque externo también está asociado al estudio de la naturaleza con ciencias regulares, aspiración de explorar las profundidades de los niveles inanimado, vegetal y animal; y transformar el mundo al cambiar externamente la naturaleza y los gobiernos.  

En contraste, la sabiduría de la Cabalá dice que si el mundo es el resultado de nuestra percepción, entonces es necesario corregir solo nuestra percepción, nuestras cualidades internas. Sólo de esta forma podemos cambiar el mundo, la humanidad, el hombre y toda la realidad, a tal punto que comenzaremos a experimentar el mundo como eterno, perfecto e ilimitado.

Por esta razón, la opinión de las masas difiere de la de la Torá y no hay nada que pueda hacerse sobre ésto, no es posible unirlas. Poco a poco, la Luz superior opera sobre la humanidad, avanzandola a la necesidad de conocer la verdad y la realidad en la que existe. No hay nada fuera de nosotros, todo es percibido dentro de nuestra conciencia.

La transición de la visión general del mundo, aceptada por toda la humanidad, que percibe el mundo como externo, al mundo como un producto de la percepción dentro de la conciencia humana, es llamada liberación. Los ojos de las masas se abrirán y empezarán a percibir la verdad.

Y, la sabiduría de la Cabalá será revelada no sólo a individuos específicos, sino a todos y explicará a la humanidad su misión y el propósito del hombre en esta realidad.

Todos se darán cuenta de que nuestro mundo no es el planeta Tierra, donde estamos destinados a nacer y morir, que esto es sólo una pequeña estación de parada, un punto de inicio, a partir del cual comenzamos a desarrollarnos más allá.
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De la lección diaria de Cabalá, 30/ene/17, clase sobre el tema: “Daat Baalei Baitam Hafuha Midaat Torá (La mente de los amos es opuesta a la razón de la Torá)”

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