Imagine que usted es un egoísta con su propia familia y que a los miembros que la integran los trata de la misma forma que al resto del mundo: «máxima recepción y mínimo otorgamiento». Le miente a su hijo para sacar algún provecho de él, y se siente satisfecho por ello. Roba la comida de sus hijos del refrigerador y trata de engañarlos y estafarlos. Esa es justamente su actitud hacia todo el mundo: «trabajar menos, ganar más».
Si todo el mundo hoy en día es interdependiente y todos somos una sola familia, aunque no estemos de acuerdo con que las cosas sean así, nuestra forma de conducta hacia el mundo es como si utilizáramos a nuestros hijos para beneficio personal.
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En una familia todos dependen de todos los demás