Los acusadores

El Zóhar, capítulo «Bo» (Ven a Faraón): Vean cómo las personas deben seguir el camino del Creador y guardar los mandamientos de la Torá para que a través de ella, sean recompensados ​​con el siguiente mundo, y sean salvadas de todos los acusadores de arriba y de abajo.

Si el grupo le ha demandado al hombre el cinco por ciento para el otorgamiento, entonces la Luz influye en él en consecuencia.

El otro noventa y cinco por ciento de su deseo aún no está conectado con el grupo y está dirigido hacia la recepción. Esta parte también está bajo la influencia de la Luz que Reforma, pero ésta lo hace en forma de «ayuda contra él», una corrección del rumbo, por lo que el hombre vería: sus demandas están dirigidas hacia el camino equivocado.

La «ayuda en su contra» viene en forma de «acusadores», como si se resistieran al camino, a la meta, al grupo: a todo lo que relacionado con la espiritualidad. Esencialmente, ellos son nosotros en el momento dado, porque nuestra demanda aún no es pura.

Laitman

En realidad, de lo anterior proviene una única Luz. Ella no está dividida como en la imagen, simplemente influye de diferentes maneras en mis deseos y propiedades; esta varía el grado de influencia positiva y negativa. Todo viene únicamente con el fin de orientarme correctamente en mi camino.

Cuando yo mismo me incluyo en el grupo, este me recuerda que no debo luchar con «los acusadores». El propósito de estos «enemigos» es ser de ayuda para mí y darme fuerza.

Uno no debe luchar contra las tentaciones de nuestro mundo o con las quejas sobre el camino espiritual. En su lugar, debe pedirle al Creador la fuerza para elevarse por encima de los «acusadores», en vez de luchar contra ellos cara a cara.

Del mismo modo, es imposible luchar contra Faraón, uno sólo puede huir de él. Yo sólo manifiesto el mal, y una vez que alcance su plena capacidad, adquiriré la fuerza para huir.

Uno tiene que tener una actitud práctica hacia los «acusadores», porque ellos representan las fuerzas que trabajan sobre nosotros. Su oposición se debe a mi falta de contacto adecuado con el Creador en este momento. Este es el defecto que tengo que corregir.

Es difícil que el hombre pase a través de todas sus quejas con respecto al Creador, recordando que fue Él quien le envió las situaciones que las causaron. Aquí es necesario tener una opinión común, una base común, una aspiración común, y el acuerdo del grupo.

En el grupo tenemos un principio fuerte: Todo proviene del Creador, y uno tiene que volverse hacia Él, en vez de hacerlo hacia los «acusadores». Entonces rápida y adecuadamente los usamos como es debido

Al final, el hombre siente gratitud por el «mal», así como por el bien, y los une con la fuente única que sólo envía bien hacia él.

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De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 10/20/10, Escritos de Rabash

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