Los dos polos de la unicidad

Dr.Michael LaitmanCuando siento que carezco del deseo correcto, necesito pedirlo. Esto es llamado la «plegaria antes de la plegaria»: Oro con el fin de despertar dentro de mí una petición para el Creador, el deseo correcto que no tengo por el momento.

Ahora, por el contrario, preferiría comer y tomar una siesta, pero pido ser despertado; quiero sentir el vacío de mis pensamientos actuales y por encima de ellos el despertar hacia el otorgamiento, el amor, y la sensación de un llenado a partir de esto. La petición en sí, el acudir al Creador, es mi «alimento» que me llena con vitalidad. Verán, de esta manera estoy vinculado con el Creador, y no necesito nada más ¿Entonces cómo podría dormir en este momento?

Pregunta: Pero si ya no quiero dormir, entonces ¿no he anulado este deseo dentro de mí, ni he pasado por encima de este?

Respuesta: En este momento estoy necesitado de otro llenado. Amo al otro y quiero otorgarle. Mi deseo previo no desaparece; arde dentro de mí como antes, pero en este momento estoy involucrado en el otorgamiento.

No hay nada que yo pueda hacer al respecto; en la espiritualidad siempre tengo dos deseos, dos sensaciones. Por una parte siento mi vacío interno que no quiero llenar como acostumbro a hacerlo, y por otra parte, quiero estar por encima de este con mi deseo de otorgar. Debo tener este vacío como mi «cuerpo», que es lo que lo he restringido. Sin este, no sería capaz de avanzar.

La pregunta es ¿cómo es posible sentir esos dos deseos simultáneamente? El Tzimtzum (restricción) fue diseñado para esto: yo tomo el control del deseo, a pesar de su poder y por encima de este, construyo un Masaj con una intención de otorgar y una ardiente aspiración por ello.

Esta es la dualidad que se descubre en la espiritualidad, y nosotros debemos acostumbrarnos a ello. Uno de sus ejemplos más prominentes se menciona en la Torá: (Génesis 21:12) en Isaac será llamada tu simiente, le dice el Creador a Abraham; y después de eso, Él le ordenó sacrificar a Isaac en la tierra de Moriá, (Génesis 22:2) y ofrendarlo ahí en una hoguera. ¿Cómo integramos esas dos estipulaciones contradictorias?

Baal HaSulam escribe en la carta 51: La persona no puede hacer escrutinio del cuerpo y del alma como si se tratara de dos materias. En su lugar, ella fue compuesta por el Creador como una sola cosa, es decir como una materia, y por lo tanto la percepción espiritual es difícil para ella, realmente como dos opuestos que es imposible vestir en una sola materia. Y a pesar de todo ello, debemos internalizar este principio, comprenderlo de alguna manera, de lo contrario simplemente no sobreviviremos.

Y si es malo para mí hoy, si estoy cansado de mis esfuerzos inútiles, pierdo la dirección y prefiero tomar una siesta, si me domina el vacío, la desesperación, la impotencia, y la vida comienza a asombrarme con sorpresas desagradables, por una parte debo elevarme por encima de los problemas que se me envían y verlos no como obstáculos, sino como una salvación. Verán, sin ellos no sentiría una necesidad por el Creador, por la ayuda del Creador.

Y por lo tanto es necesario sostener juntos esos dos puntos, estar en Bina y en Maljut simultáneamente, e ir hacia adelante con esto. La persona debe estar «dividida» en dos: en un cuerpo (deseo de recibir) y en un alma (una intención de otorgar). Ella necesita esta división. Sin embargo, el deseo no desaparece; no se anula, y yo necesitaré trabajar por encima de ello todo el tiempo. Dentro de esto habita el vacío, y por encima de ello brilla la meta que quiero alcanzar. Entonces la «cabeza del Partzuf» hace el cálculo correcto a pesar del «sonido de un estómago vacío».

Sin embargo, el receptor debe percibirlos a ambos, ya que son para la alegría de la fiesta, continúa Baal HaSulam. Es precisamente entre esos dos polos donde se encuentra la felicidad. A través de nuestra discusión hoy acerca del perpetuo contraste entre ellos, construimos las bases para nuestro futuro Masaj.
(126765)
De la 2° parte de la Lección diaria de Cabalá del 1/30/14, Escritos de Baal HaSulam «Introducción al Libro del Zóhar»

Material Relacionado:
La unidad y oposición de los deseos e intenciones
Conductores eléctricos espirituales
Control sobre la intención 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *