Después de pasar por el período de “la exploración de la Tierra de Israel”, el grupo de Abraham alcanzó un estado en el que, a partir del deseo que se manifestó en ellos, fueron capaces de crear un deseo común por el amor y el otorgamiento mutuos, en el que revelaron la fuerza superior- el Creador.
Dicho de otra forma, se desarrollaron a su grado y llegaron a un estado ideal. Pero en cuanto lo alcanzaron, empezó a manifestarse un egoísmo aún mayor, porque traían con ellos todo el gran egoísmo de Babilonia, que estaba por encima de ellos y ni siquiera se relacionaba con ellos mismos, sino con la cualidad de amor y otorgamiento.
Entonces, el egoísmo universal del próximo e incluso aún alto grado, se empezó a manifestar, el cual es inherente a toda la humanidad, toda la materia, no solo en este pequeño grupo, a pesar de que ellos estaban creciendo y fortaleciéndose en poder todo el tiempo.
Según Rambam, fueron 5 mil personas las que dejaron Babilonia y para cuando llegaron al grado de la tierra de Israel, eran 3 millones. Eso fue hace 2.700 años.
Conoce más Bajo el látigo del egoísmo universal