No dejes que otros decidan por ti

Un estudiante preguntó al maestro: «Usted dijo que sí comprendo quién soy, me volveré sabio. Pero, ¿cómo lo hago?». El maestro respondió: «Para empezar, quítale a la gente el derecho a decidir quién eres. Uno dirá que eres malo, y tú le creerás y te enfadarás. Otro dirá que eres bueno, y te alegrarás. Te alaben o te critiquen, crean en ti o te traicionen, mientras tengan derecho a decidir quién eres, no te encontrarás a ti mismo. Quítales este derecho, y a mí también». (Parábola) 

Pregunta:

¿Es posible ser libre de las opiniones de los demás? 

Respuesta:

 Cuando veo cómo juzgan los demás al mundo, a mí, a mi maestro y a mi ciencia, por supuesto, me entristece en gran medida. Pero en principio no dura mucho ni me afecta significativamente. Encuentro una respuesta perfectamente sensata. 

Pregunta

¿No le motiva a hacer cambios? 

 

Respuesta:

No, en absoluto. Eso hace tiempo que desapareció. 

Comentario:

Esto significa que ya no pueden cambiarlo.

Mi respuesta

 Nadie puede.

Pregunta:

Explíquele a alguien a quien le preocupa que cualquier opinión pueda cambiarle. ¿Cómo puede conseguir mantenerse firme, evitar todas las trampas, críticas, etc., y seguir avanzando?

 Respuesta:

Puede llevar años conseguirlo. Pero yo lo asumí hace muchos años y ya no me preocupa. 

Pregunta:

¿Así que se aferró a un objetivo, a un maestro, y eso es todo? ¿No se dejó influir de ninguna manera? 

Respuesta:

De ninguna manera.

 

Pregunta:

Entonces, en realidad, ¿necesita una persona aferrarse firmemente a algo? 

Respuesta:

Sí, aferrarse firmemente.

Pregunta:

¿Incluso cuando surgen dudas? 

Respuesta:

Las dudas surgen intencionadamente para que una persona se aferre. 

Pregunta:

¿Es posible encontrarse a uno mismo sin la influencia de los demás? Después de todo, usted tuvo un maestro; hubo una influencia. 

 

Respuesta:

Sin la influencia del maestro en mí, ¡no soy nadie!

Pregunta:

Pero usted buscaba a alguien que lo influyera. ¿Cómo uno puede determinar si es el tipo de influencia que busca?

 

Respuesta:

Durante los primeros años con él, seguí viajando, visitando otros lugares e intentando averiguar qué me convenía. 

 

Pregunta:

Ahora está hablando de usted. 

 

Respuesta:

Sí, ¡de mí y de mi maestro! Y le pregunté: «¿Cómo sé que eres real? En los miles de años que ha existido la Cabalá, ¿Cuántos como usted ha habido? ¿Dónde están, dónde están sus alumnos y qué ha sido de ellos?». Me respondió: «No lo sé». 

Pregunta:

¿A esto se le llama «ayuda del maestro» para responder así: «No lo sé»? 

Respuesta:

Sí. Tienes que comprobarlo por ti mismo.

Pregunta:

¿Así que no intenta demostrar nada, sino que dice: «Compruébelo usted mismo»? 

 

Respuesta:

Exactamente.

 

Pregunta:

 Así que su influencia sobre usted fue así: «Mira si te conviene o no»?

 

Respuesta:

Nos sentamos, leemos, hablamos, pero no profundizamos en nada personal. 

 

Pregunta:

¿Personal significa si es su lugar o no?

 Respuesta:

 Sí.

Pregunta

Entonces ¿Estas aclaraciones toman bastante tiempo para una persona? 

Respuesta:

Gradualmente te sostienes más y más, luego te sueltas, caes, y luego te levantas y te sostienes de nuevo. Y así avanzas.

APRENDE MÁS      Poniendo mi vida en manos del guía

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *