Pregunta: Usted siempre nos previene de que está prohibido mirar atrás, como la mujer de Lot que miró atrás, a Sodoma, y se convirtió en una columna de sal.
Entonces, cuando estamos en una gran inspiración, tras un congreso o un evento de difusión, ¿no debemos recordarlo, sino que debemos intentar a avanzar al próximo escalón?
Respuesta: No mirar atrás significa no desear estar en los estados anteriores. Pero esto no quiere decir que la persona deba apartar de sí misma el pasado, como si éste no existiese. Hay que aprender del día de ayer para continuar hoy en un estado mejor.
El hombre debe desear no estar en el estado de ayer, sino que en el de mañana. Esto significa “no mirar atrás”.
Pero esto no tiene relación con Sodoma, el cual representa el hecho de desear regresar al escalón anterior que ya se reveló como un estado vicioso. Está prohibido regresar a él.
Si he decidido que mi estado anterior es vicioso, impropio para la corrección, para el avance hacia la meta (el otorgamiento), entonces no tengo elección: debo acabar con él y seguir adelante.
Hay personas que miran atrás, regresan, desean quedarse en sus estados anteriores, ser “pequeños”. Esto se contradice con el desarrollo y a nosotros nos está prohibido actuar de este modo.
El medio para evitarlo es el grupo. Si intento —aunque sólo sea un poco— incorporarme en el grupo, siempre recibiré de él mi estado futuro, independientemente del estado en el que esté el grupo o yo.
Por eso siempre tenemos una posibilidad de ir hacia delante y no hacia atrás.
(Extracto de la lección sobre el libro del Zóhar, correspondiente al 24 de marzo 2010).
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