No te cargues con demasiado equipaje durante el Camino

thumbs_Laitman_502[1]Nuestro trabajo interior se nos revela poco a poco, en las partes que pertenecen a su ejecución. No se nos da la capacidad de ver la suma total del trabajo que hemos realizado, para que no suponga un obstáculo en nuestro camino.

La persona está constantemente consumida por el deseo que se manifiesta, en cada momento, en ella. Se olvida de todo lo que hizo en el pasado y constantemente se siente vacía. Cuanto más trabaja, más ocultas se vuelven para ella las cosas que acaba de hacer.

A pesar de que ha realizado numerosas correcciones y de que ninguna desaparece, tiene la sensación de que no ha hecho nada. Esto sucede así para que siempre tenga la oportunidad de hacer más y de esta forma,  un nuevo deseo pueda ser revelado, exactamente igual que la primera vez. Esto dura hasta que lleve a cabo un cierto volumen de trabajo. Luego, en un acto final llamado «Rav Paalim UMeabtziel» podrá revelar toda la corrección que haya acumulado.

Sin embargo, a lo largo del camino, estamos obligados a olvidar todos los estados que hemos pasado, a fin de recibir un deseo para la siguiente acción. De lo contrario, nos detendríamos y seríamos incapaces de seguir avanzando. Mientras una persona no haya completado todas las correcciones, todo su trabajo le será  ocultado, como si no hubiera hecho nada. Sin embargo, ¡todo  le será revelado, de golpe, al  final de la corrección!

Todo se repite una y otra vez, pero debido a que un nuevo deseo viene constantemente a nosotros, parece como si fuera un estado totalmente nuevo. «Es como si empezáramos todo de nuevo cada día.» Descubrimos un nuevo apetito y nuevos sabores, tanto en el mundo material como en el mundo espiritual.

Por lo tanto, aunque parezca que no hemos hecho nada en la espiritualidad y que no llegamos a alcanzar ninguna cosa, nos será revelado, más adelante, que esto no es así. Pero hasta el final de la corrección, no podemos pedir o exigir nada  que creamos merecer del pasado. Por el contrario, tenemos que estar agradecidos por el hecho de que el pasado nos sea ocultado ya que, de esta forma, no nos ciega  ni nos impide avanzar. Se nos permite comenzar todo el trabajo de nuevo  en cada momento.

(Extracto de la 3ª parte de la Lección Diaria de Cabalá  del 6 julio 2010, Talmud Eser Sefirot.)

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