Nuestra vida está en restricción

El ARI elaboró sobre el asunto de la primera restricción, en los primeros capítulos de este libro. Es un tema muy serio (Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot,  Capítulo 1, Observación interna, Punto 9). 

La primera restricción es el asunto más importante, dado que trata sobre la restricción del uso del egoísmo. Toda la creación comienza con esto.  

Es decir, la primera restricción es una restricción de la intención, la prohibición de recibir para el propio beneficio, lo que se conoce como Tzimtzum Alef.

Pregunta: ¿Existen leyes físicas que correspondan a esta restricción? ¿Se manifiesta de algún modo en nuestro mundo? 

Respuesta: No, no se puede en nuestro mundo. De lo contrario, veríamos un mundo distinto. Nuestro mundo está hecho sobre el egoísmo absoluto, en sus distintas variaciones.

Comentario: Pero hemos leído que no hay nada en nuestro mundo que no tenga una raíz espiritual.  

Mi Respuesta: La raíz, pero no la equivalencia. 

Pregunta: Entonces, ¿debería haber una rama de esta restricción en nuestro mundo, ya que esta ley se tiene que manifestar de alguna forma? 

Respuesta: Esta ley se manifiesta, pero de forma tal que nosotros no la sentimos. Estamos en absoluta restricción, pero no sentimos esto que nos lo impide o nos limita, porque no sentimos nada en oposición. Hay solo un único deseo en nosotros —recibir, usar nuestra intención egoísta.

Pregunta: ¿Realmente nos encontramos en restricción? Toda nuestra vida, recibimos para el beneficio propio. 

Respuesta: Precisamente esta vida está en restricción. Recibimos para nuestro beneficio, pero ni siquiera sentimos que lo hacemos solamente para nosotros mismos. 

Es decir, la primera fase del desarrollo espiritual de una persona, consiste en entender que realmente recibe para su propio bien y que está en oposición al Creador. Es lo que le detiene. Empieza a pensar, “¿Cómo puedo salir de esta limitación?” 

Pregunta: ¿Hay otro tipo de restricciones ?

Respuesta: La restricción sobre la recepción del placer. No hay nada más. Sólo se necesita entender que vivo en placer para mi mismo y que tengo que comenzar a restringir eso.  

 

Será de gran interés  Diferencia entre la primera y la segunda restricción

 

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