El hecho es que el Creador dio nuestra tierra sagrada a los extranjeros y nos la devolvió, pero, no la hemos recibido en nuestra propia autoridad, pues el tiempo de recepción aún no llega, como lo explicamos con respecto al logro total (Baal HaSulam, Un discurso por la finalización del Zóhar).
Debemos seguir tratando de corregirnos a nosotros mismos. El tiempo y la oportunidad llegarán cuando podamos hacerlo y nos tratemos entre nosotros como el pueblo de Israel debe hacerlo: con amor y apoyo mutuo, totalmente desinteresado.
Así, realmente nos sentiremos en un país que va directo al Creador (Yashar El) – Israel.
Sugerimos la siguiente lectura El cambio que Israel necesita