Petición y Gratitud

Tenemos dos estados con respecto a la fuerza que nos desarrolla: petición y gratitud. El estado más productivo es aquel de la súplica. La gratitud es muy útil también, ya que en ésta estamos en adhesión con el superior, y al hacerlo, acumulamos fuerza para el futuro, para cuando llegue otra petición.

Pero nuestra revelación de que somos individuos independientes quienes se identifican a sí mismos con el Creador, toma lugar precisamente durante la petición.. Un ejemplo maravilloso de esto son los Salmos del Rey David que expresan de forma absoluta la actitud de la criatura hacia el Creador en todas sus formas posibles.

Es por esto que él es llamado “Rey David” (“Maljut” significa “reinado”). Esta es la fuerza que se revela y me jala (de la palabra “Moshej”), razón por la cual la fuerza que ejecuta la corrección final se llama Mashiaj ben David (Mesías hijo de David). Los Salmos son una expresión del deseo completo de la criatura en súplica y gratitud, en ambos estados. Al unificar estos estados, nos realizamos a nosotros mismos. Y entonces todo el deseo de la criatura se revela correctamente: como el Creador que existe y se viste en este.

Por consiguiente, todos los estados completos nos llevan al final, y el Pensamiento de la Creación que forma a la criatura es ahora revelado en este, en la conciencia de la criatura. Aquí se encuentra la única diferencia entre el punto de inicio y final del camino. Del estado donde la criatura apenas siente su propia existencia, como una especie de punto separado del Creador, este alcanzó su propio estado dentro y se da cuenta de que existe en completa adhesión con el Creador, y a la vez es completamente independiente.

No hay otra realidad que el Pensamiento de la Creación. No hay otro proceso que aquel donde la criatura alcanza el estado en el cual existe desde el principio. Y cada vez la súplica debe ser alcanzada primero. Este son las lágrimas de las cuales hablan los profetas: “Mi alma llora en la obscuridad,” el estado más alto posible, cuando el hombre pide la fuerza para alcanzar su verdadero estado fuera de la obscuridad, antes de que la meta de la creación se realice dentro de él.

Y sólo después de que se haya completado venimos a la gratitud, el canto y la gratitud en que se consigue una adhesión parcial con el Creador, hasta que llegamos al alcance y adhesión completa.

(De la 1era Parte de la Lección Diaria de Cabalá del 4 de agosto de 20011 Shamati 18)

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