¿Por qué el Creador creó el alma en un estado perfecto y eterno, pero más tarde tuvo que «vaciar la vasija», dejándola sin Luz, y ocultarse a Si mismo?
Si el propósito de la creación de los mundos es deleitar a Sus criaturas, entonces ¿Por qué creó este mundo corporal, turbio, y atormentado? Sin esto, ciertamente hubiera podido deleitar las almas tanto como Él quería, ¿por qué trajo el alma al interior de un cuerpo tan soez y sucio?
Los sabios lo explicaron con el verso: «El que come lo que no es suyo, tiene miedo de mirar a la cara del otro». Esto significa que hay una mancha de vergüenza en cualquier regalo. A fin de que las almas reparen este defecto Él ha creado este mundo, donde se hace el trabajo. Por lo tanto, disfrutarán de su trabajo y tomarán su paga del Todo, a cambio de su trabajo, y por lo tanto son salvados de la mancha de la vergüenza.
– Baal HaSulam, El Estudio de las Diez Sefirot, parte 1, «reflexión interior», capítulo 1, ítem 6
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