¿Por qué nos traicionamos unos a otros?

Pregunta: Hubo una historia, en un sitio web ruso, que hacía una lista de quién traicionó a quién y cómo; y cómo terminaba. Hubo literalmente dos mil comentarios en una hora que revelaban la sensación en la humanidad de que la traición es terrible. 

Se puso el ejemplo de Jack London: era machista, lavó oro en los ríos, etc., y después de que sus amigos lo traicionan, muere de depresión a la edad de 39 años. Otros ejemplos son Edith Piaf y el cantante ruso, Vladimir Vysotsky; Carlos VII, que traicionó a Juana de Arco. Son muchos en la lista. 

Según los psicólogos, la persona alrededor de los 40 años, puede tener solo un amigo y eso, no siempre. 

Victor Hugo escribió, “Soy indiferente a la puñalada del enemigo, pero agonizo con el pinchazo de un amigo”.  

Cuando unos maestros preguntaron a un público: “¿Alguien ha sufrido una traición?”, todos levantaron la mano. Eran estudiantes, prácticamente niños; ¿qué han sufrido en todo caso? Pero ya conocen la traición. 

¿Hay alguna forma de protegerse? ¿Es posible distanciarse de sí mismo? ¿Se puede evitar por completo el peso del terrible golpe de una traición? 

Respuesta: El Creador nos presenta tales casos, (en novelas, cuentos e historias de detectives) que a nadie se le ocurrirían. 

Comentario: Ahora has transferido tranquilamente todo al único que organiza todo. 

Mi Respuesta: Es que finalmente, tenemos que acercarnos a la fuente; y la fuente de la traición no es una persona. Es solo un juego del Creador. El Creador arregla todas estas experiencias para nosotros y las más álgidas, que se conocen como traición, también son de Él. 

Pregunta: ¿Cómo nos protegemos? 

Respuesta: ¡No hay forma! Solo cuando se tiene la certeza de estar completamente en Sus manos, puede uno sintonizarse con el Creador. Si te acercas al Creador, lo estudias, quieres ser como Él y deseas estar cerca de Él, entonces no solo estás protegido, sino que empiezas a adquirir las mismas cualidades que Él posee y ya no tienes miedo de tales pruebas. 

Pregunta: Digamos que experimenté una terrible traición. Apenas puedo soportarlo todo. Ardo por completo y usted dice que, en este momento o un poco después, cuando baje un poco mi enojo, ¿necesito dirigir todo al pensamiento de donde vino y no hacia quien me traicionó? 

Respuesta: ¡Hacia el Creador! Desde su pequeñez, ¿qué puede hacer el hombre con esto? Es un títere. Y el manejador del títere es el Creador. 

Pregunta: Entonces, ¿Debo iniciar una conversación y trabajar con el Creador? ¿Y soltar a este hombre que supuestamente me traicionó? ¿Está usted diciendo que él no me traicionó? 

Respuesta: ¡No le puedes exigir nada! ¡Es un títere! Es todo. Y así, estás tranquilo. No ves a ningún traidor ni devotos a tu alrededor, nada ni nadie. Ves títeres y el Creador, desde arriba, juega con todos ellos con un hilo y ya está.  

Pregunta: Usted dice que cuando odiamos a alguien, en lugar de eso, debemos comenzar a cambiar nosotros mismos y a cambiar nuestra actitud hacia el Creador. ¿Y es todo? ¡¿Es todo nuestro trabajo?!

Respuesta: Es todo. Aunque es la parte más difícil.

Pregunta: Es decir, si puedo controlarme de esa forma, dirijo todos mis esfuerzos al trabajo con el Creador y solo con Él, entonces, ¿todo iniciará? 

Respuesta: Luego, tienes que reconstruir en general lo que es verdad, mentira, lealtad y traición. 

Pregunta: ¡Justo conceptos! Todos los conceptos desaparecen. Ahora se ha asimilado y prácticamente desechado el concepto de “traición”. Resulta que, en el otro lado, no existe. ¿Significa que no puedo culpar a nadie? 

Respuesta: No. Ni el amor ni el odio ni la devoción ni la lealtad. No hay nada de esto.  

Pregunta: ¿Debo dirigir el vector a mi mismo y es todo? 

Respuesta: Sí. Pero es hermoso y cierto, ¡es puro! 

Pregunta: ¿Entonces será un experimento puro? 

Respuesta: Sí. 

Pregunta: Pero, ¡Después lo odio! Al momento de mi odio por el traidor, usted dice: “El Creador lo hace, Él lo pone”. Esa es mi primera sensación: “¡Odio al Creador!” ¿Eso es cierto? 

Respuesta: ¡Ciertamente! ¡Naturalmente! ¡De eso no hay duda! Si odias absolutamente a alguien, es el Creador. ¡En verdad, siempre tienes una relación con Él! 

Pregunta: ¿Y cómo cambia mi odio por el Creador? 

Respuesta: Hacemos todo solo con el Creador. Estamos únicamente sintonizados con Él y todo lo que nos parece que estuviéramos en algún tipo de buena o mala relación con los demás, ¡son solo mentira! 

Pregunta: ¿Por qué el Creador nos hace esto? 

Respuesta: Para que podamos dejar de lado todo este mundo y negociemos solo con Él. Pero para lograrlo, debemos ser puros, ya sea completos egoístas o  altruistas absolutos. Él no permite nada más. Todo lo demás, ya es escoria o suciedad. Por lo tanto, necesitamos sintonizar solo con el Creador y tratar solo con Él. 

Pregunta: ¿Cómo pasa este estado de mis quejas, odio y plegarias al Creador, como por ejemplo, “¡Déjenme solo!”, ¿cómo pasa a otro estado, a un estado de amor? 

Respuesta: Se convierte en plegaria. Deseo ver Sus acciones detrás de todo lo que me rodea, tanto dentro de mí mismo y a mi alrededor, ¡no hay nada más que Él! 

Pregunta: ¿Es esta la plegaria fundamental? 

Respuesta: Sí. Para que Él me revele esto. 

Pregunta: ¿Es este el principal cambio en la persona? Y, ¿cambia todo el mundo entero, todas las cosas?  

Respuesta: Cambia todo. ¡Todo queda al revés! ¡Cambia mi cabeza! Porque siempre pensé de alguna forma que estábamos conectados a alguien más, dependientes de alguien y haciendo algo más. De hecho, ¡nadie hace nada! 

 

Bajo un sistema  ¿Cómo maneja el Creador a cada uno?

 

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