Porqué las almas están conectadas como ruedas dentadas

Comenzando con la segunda restricción (Tzimtzúm Bet) y en adelante, los objetos espirituales (Partzufím) nacen no como eran en el mundo de Adám Kadmón, uno debajo de otro.

Ya que cada uno de ellos contiene ahora una parte inferior que no puede ser utilizada, el AHP (Ózen, Jótem, Peh), esta parte desciende al grado espiritual inferior.

En otras palabras, el Partzúf trabaja con su Galgálta ve Eináim (la parte superior), mientras que su AHP (AJáP) cae en el GE del Partzúf inferior. En consecuencia, el AHP de este último cae en GE de un Partzúf incluso inferior, y así en adelante.

Se concluye que la parte superior de cada Partzúf se viste en la parte inferior del Partzúf superior arriba, mientras que su parte inferior desciende en la parte superior del Partzúf inferior. Entonces, ¿Dónde está el Partzúf en sí, independiente de los superiores e inferiores? ¡No tiene nada por sí mismo!

Así es como las almas se conectan como ruedas dentadas; es justo el mismo principio. No eres libre de ninguna conexión con nadie. Eres creado inicialmente dentro de tal construcción, tal estructura interna de Máljut del alma integral, donde no hay ninguna parte que no esté conectada con las otras.

Cualquier deseo en todos los niveles de Aviút (grosor) está conectado con el resto; todos están conectados con todos, y nadie tiene ninguna parte libre, ni siquiera un grado de libertad. El superior siempre me dice qué hacer, mientras que el inferior determina cómo se supone que le sirva. Entonces, cada uno de nosotros está vinculado, como atado con una cuerda por ambos lados, y es imposible hacer un solo movimiento independiente.

Así que ¿cómo podemos liberarnos y tener libertad de elección? Si en lugar de todas esas cadenas, comienzas a experimentar las cadenas del amor, las cuerdas de la participación recíproca, sanarás de esta «claustrofobia», la sensación de que estás atado fuertemente y enterrado vivo en un sistema donde no tienes un deseo o pensamiento independiente, ningún «yo» individual.

Con respecto a la libertad, puede ser comprada sólo con amor: Por el bien del amor, yo mismo desearé servir a todos y le daré la bienvenida a esta conexión ¡Este vínculo será deseable para mí! Y así obtendré libertad, el aire puro, y todo el sistema será mío: yo seré el Creador en relación con este.

Esta propiedad milagrosa entra en nosotros tras el Tzimtzúm Bet, cuando Máljut recibe la chispa de Bína, gracias a lo cual gana una oportunidad de relacionarse con los otros con otorgamiento.

(37467 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/8/2011, Talmud Eser Sefirót)

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