¿Qué me detiene?

Dr. Michael LaitmanBaal HaSulam «Introducción al Libro del Zóhar», ítem 10: Es así debido a que Él no tiene interés en la recepción, sólo en el otorgamiento, mientras que las Klipot no quieren nada de otorgamiento, sino sólo recibir para sí mismas, para su propio deleite, y no hay oposición mayor que ésta.

Pregunta: ¿Qué es una Klipá?

Respuesta: La Klipá es algo que me impide acercarme más al Creador. La reconozco como la fuerza que pone obstáculos frente a mí.

En realidad, ¿qué puede impedirme?

Yo quiero disfrutar, y esto significa que todo tipo de placeres me lo impiden; ellos me distraen, me alejan de la similitud con el Creador, y me impiden avanzar hacia la unidad y el otorgamiento. Estos son los placeres que son llamados «inmundos».

Así que, la Klipá es algo extremadamente placentero. Digamos, a mí me gusta relajarme en casa más que participar en la reunión de amigos. Es más placentero para mí no pensar en el mundo y en la corrección, sino en lo que me pasará personalmente. Me gusta más cuidar de mis hijos, que de los vecinos.

Pero la verdadera Klipá es cuando yo siento que avanzo hacia el Creador a lo largo de cierto camino y por lo tanto le doy placer a Él, pero de repente encuentro que es más placentero y cómodo desviarme hacia alguna parte, distraerme con algo. Esto es la Klipá: Parece aferrarse a mi ropa y tirarme hacia atrás.

Nosotros no podemos entender todo esto hasta que adquiramos la intención por encima del deseo, hasta que salgamos del deseo y comencemos a actuar sobre la base de la intención.

Actuar sobre la base de la intención significa aplicarle  la restricción (Tzimtzum) al deseo de recibir. Yo debo ser independiente de él y estar completamente libre para elegir. En otras palabras, independientemente del deseo, yo puedo decidir por mí mismo que trabajaré con él a fin de recibir. Tengo la oportunidad de trabajar con el fin de otorgar, pero yo decido lo contrario. Esto es lo que significa inmundo. Por el contrario, si no tengo otra opción, no se me pide nada. Recibir con la intención egoísta es la Klipá que corre a través de todos nuestros ascensos hasta el final de la corrección. Y nosotros siempre estamos obligados a tomar una decisión difícil, cómo actuar, ¿con el fin de recibir o de otorgar?

Estamos hablando del trabajo con las Luces y las vasijas del deseo egoísta, no sólo sobre el rechazo de los «pequeños» placeres de este mundo. Yo estoy obligado a tomar una decisión de alto nivel cuando empiezo a sentir que hay un rey, egoísta por naturaleza. Esta es la cara inversa del Creador, y creo que éste rey domina el mundo. Así debe ser, y yo decido en estas condiciones.

Además, la decisión sólo es posible tomarla si me elevo por encima de la restricción, si soy independiente. Allí es cuando yo decido disfrutar en aras de la recepción, y esto se convierte en una Klipá.

En general, las fuerzas de inmundicia impulsan enérgicamente a la persona hacia la meta. La despiertan de tal manera que al igual que un alpinista, ella debe subir por encima de estas, vencerlas, y ascender hasta la cumbre al palacio del Rey. Y cada movimiento suyo es una elevación por encima de la inmundicia.

La Klipá es la esencia del material de la creación, el deseo de recibir que tomó su forma egoísta y aparece ante nosotros de esta manera. Por eso es imposible dar un paso adelante sin estar conectado con la Klipá.

Pero, por supuesto, nosotros mismos no nos conectamos con ella. Siempre debemos mantenernos en la línea derecha, y entonces las fuerzas de la inmundicia llegan en el momento oportuno y de la forma correcta.

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De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 3/5/13, «Introducción al Libro del Zóhar»

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