Raíz espiritual de las palabras

Pregunta:

¿Alguna palabra existente en el mundo material tiene lazos espirituales detrás de ella? ¿No hay palabra que no tenga su raíz?

Respuesta:

Si.

Pregunta

¿Incluso palabras modernas e inventadas?

Respuesta:

No, las palabras inventadas no tienen una raíz espiritual porque son creadas artificialmente por humanos. Tienen algún tipo de raíz espiritual secundaria o terciaria, de lo contrario no habría aparecido nada. Todo proviene del hecho de que no se puede inventar nada de la nada.

 

Sin embargo, todas las nuevas combinaciones que se crean artificialmente; no existen en la naturaleza.

 

La naturaleza tiene sus propias propiedades inherentes y de ellas se derivan simples acciones humanas que les ayudan a llegar a la corrección. Aunque el pan, el vino, varios platos, productos, una mesa, una silla, etc., son cosas artificiales porque tales objetos no existen en la naturaleza, existen en el proceso de corrección humana. Él tiene que hacerlos y por lo tanto, sus prototipos existen en la naturaleza.

 

Todo se describe en la creación del Templo, porque el Templo representa lo que una persona debe hacer durante su vida para lograr la corrección completa y el ascenso al mundo Superior. Lo que estudiamos sobre nuestro mundo, lo aprendemos de las acciones que se describen en la Torá (Biblia).

 

Son 39 trabajos terrenales: cómo cultivar árboles, cosechar, preparar pan y toda clase de platos, prensar aceitunas, hacer vino, asar carne, tratar pieles, escribir en ellas, coser ropa, etc. —muchos procesos diferentes, pero son naturales, aunque en la naturaleza no son inherentes a nosotros como en los animales.

 

Los animales no tienen estos procesos. Viven en su cuerpo, comen alimentos preparados y producen descendencia, es decir, todo está listo para ellos. A veces cavan hoyos o tejen nidos, pero es muy limitado.

 

Muchas de todas las clases de acciones artificiales son características de una persona, todas están descritas en la Torá y es gracias a ellas que somos corregidos.

 

Si hacemos algo más que estas acciones, entonces ya encaja en nuestro egoísmo para llenarlo. Sin embargo, vuelve a nosotros, tenemos que pagarlo y pagarlo muy caro.

 

Así, es posible calcular cuántas acciones ha hecho la humanidad en vano y en exceso en su historia. Por eso aún no ha llegado a su corrección.

 

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