Reuniendo las piezas de la percepción

En el presente, yo estoy en una realidad fragmentada que está dividida en dos partes: mi «yo» y el mundo externo. Esta separación explica exactamente lo que los cabalistas querían decirnos: «Tienes una oportunidad de conectar esas dos partes, la interna y la externa, juntas en una sola entidad. Tienes que hacerlo; este es el programa de la creación. Si participas en reconectarlas, percibirás la realidad interna en la cual estabas antes de que ocurriera la ruptura».

Los cabalistas nos hablan del grupo, de la diseminación, y del significado de inclinar nuestras cabezas ante nuestros amigos. El grupo no es sino la «exterioridad» para nosotros, pero este ya está en el nivel humano (Adam). Aquellos que tienen un punto en el corazón, el impulso de volverse similares al Creador, pertenecen a este nivel. Entonces, los cabalistas nos dicen: «En tu realidad, existen personas que son similares a ti y que también se esfuerzan por unirse. Son partes especiales seleccionadas de tu alma. De una manera u otra, todo es parte de tu alma. Entonces, debes usar esas partes, ya que están diseñadas para ayudarte; ellas vienen a encontrarse contigo».

A partir de ahí, yo comienzo a entender lo que está escrito en los artículos que hablan del grupo, de la unidad, de la necesidad de inclinar mi cabeza ante el grupo, y de las relaciones entre amigos. Todo lo anterior describe la fuerza auxiliar, que está fuera de este mundo, la cual está separada de nuestras otras partes que están dispersas en el universo. Todo el universo soy sólo yo; es mi sensación actual. Incluso las cosas que no puedo sentir en este momento, aun así son yo. Simplemente significa que aún no he reunido todo el rango de sensaciones dentro de mí y que mi percepción de la realidad no es lo suficientemente profunda por ahora.

Entonces, en el nivel más elevado (hablante), hay ciertas partes que realmente están ayudándome, ya que estas abarcan la misma aspiración que yo. Como resultado si me uno con ellas, corrijo todas las otras partes de mi alma.

¿Dónde comienzo? Comienzo con la parte más sensible y desarrollada que está cercana a mí, con la humanidad. Se trata todavía de mi alma integrada a la cual dirigimos hacia la corrección. Si uno considera todo desde este ángulo, observa más a profundidad, y se da cuenta de lo que escriben los cabalistas, entonces comienza a entender mejor sus textos, su visión del mundo, y la manera en que percibían la realidad y todo el proceso.

Lo principal es romper el «hielo» y «disolver» la auto percepción común rutinaria, así como la manera en que consideramos al mundo. Debemos tener en mente que todo lo que existe es sólo nuestro «yo», y que cualquier exterioridad en realidad está dentro de nosotros. Todo es una imagen que imaginamos en cierto punto en el tiempo. Aun así, también se nos da la oportunidad de darnos cuenta y sentir que el enfoque de otra persona hacia este asunto es también posible. En su «Prefacio al Libro del Zóhar» (ítem 34), Baal HaSulam escribe: …Aun cuando vemos todo como si estuviera realmente frente a nosotros, cada persona razonable sabe con seguridad que todo lo que vemos está sólo dentro de nuestros cerebros. También las almas son así: Aun cuando éstas ven todas las imagines del Dador, aun así no tienen duda de que todas ellas están sólo en su propio interior, y de ninguna manera en el Dador.

Otra pregunta es ¿Qué nivel de «sentido común necesitamos para eso? Por supuesto, no es tan fácil  y no está al alcance de todos. Sin embargo, si nos familiarizamos con la opinión de los psicólogos y los físicos cuánticos, descubriremos que su entendimiento de la realidad es muy similar. Baal HaSulam respetaba mucho la psicología materialista dado que está construida con base en el sentido común empírico: «La persona puede ser gobernada sólo por lo que ve». Los psicólogos aún están parcialmente confundidos con sus hipótesis, mientras que los físicos hablan de esas cosas muy seriamente: todo está dentro de la persona.

Entonces, tenemos que superar una separación en nuestra percepción. Si aplicamos un esfuerzo constante, no de forma física sino interna, con el fin de conectar esas dos partes, interna y externa, juntas, evocamos la Luz que Reforma y corregimos nuestras vasijas corruptas. La vasija está dañada sólo dentro de nuestra percepción, en ningún otro lugar. Esta divide toda la imagen y me muestra algunas de mis vasijas como si estuvieran en el exterior, y la otra parte en el interior. Todo esto está sólo en nuestra percepción.

Para obtener un entendimiento correcto de lo anterior, leemos los artículos y cartas escritas por los cabalistas. Si tratamos de entenderlas desde este punto de vista, no son lo que aparentan ser para nosotros en el enfoque psicológico ordinario. Ellas abren una profundidad y claridad mayor, y sentiremos lo que los cabalistas tenían en mente. Porque ellos ven el mundo como una entidad completa, unida, para ellos esto está concentrado en el punto de unidad que la persona tiene que alcanzar. No tienen duda de la necesidad de unirse en un grupo, ni de por qué «la gota de unidad» tiene que ser la meta de todos.

Entonces, junto con nosotros hoy, en partes selectas de la humanidad están aquellos que aspiran a unirse. Si todos pensamos en ello y deseamos revelar la unidad, esto sucederá. En principio, es suficiente que seamos diez personas, y somos muchos más.

Y una vez más, nuestra unidad tiene que construirse en base a la igualdad. Está dicho: «Ama a tu prójimo como a ti mismo«. La igualdad nos permitirá formar un centro de unidad, el punto central de Maljut.

(89163 – De la Convención de unidad del Norte del 20 de Septiembre del 2012, Lección 2)

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