Romper la pared entre los mundos

laitman_2009-05-28_0059_w[1]Una vez (antes de la destrucción del Templo) el pueblo de Israel estaba en el nivel espiritual y para él los mandamientos fueron las acciones espirituales: Tfilin no fue una cajita negra, sino la Luz de un estado elevado que ilumina “sobre la frente” del Partzuf espiritual.

Para ellos esto no fue la rama y la raíz, sino todo se unía en un todo único. Ellos no vivían en dos mundos, sino en la única realidad.

Por eso, para ellos no surgía la pregunta si cumplir los mandamientos o no en el mundo material. El cumplimiento interno y externo fue la expresión de la misma acción.

Después ocurrió “el  rompimiento y la caída”, el ocultamiento (de nuestras sensaciones) del mundo espiritual.

No sabemos qué sucede en el Mundo Espiritual, estamos “apartados” de él y no estamos en el escalón espiritual: por ejemplo Tfilin” o Talit (la Luz Circundante que viste el Zeir Anpin del mundo Atzilut). Por eso, para nosotros estos mandamientos de las acciones espirituales se convirtieron en acciones mecánicas que se denominan  “la tradición” o “las costumbres”.

Pero antes esto no fue una tradición, sino una verdadera acción espiritual: “vestí el Tfilin” en lo espiritual y lo vestí en el mundo material. Para mí fue lo mismo, la realidad fue la misma, única.

Como resultado de nuestra evolución egoísta, hemos descubierto nuestro “rompimiento y caída”, la destrucción del alma única. Ahora ha llegado el tiempo de romper esta barrera para que sea de nuevo un mundo unido y único.

¿Deben todas las personas estudiar estas tradiciones y costumbres? No. Sólo debemos romper esta barrera y —cuando se derrumbe, junto con nuestra corrección— la realidad material empezará a desaparecer poco a poco.

Si está corrigiéndose toda la humanidad y no sólo la parte pequeña que salió de Babilonia y recibió el nombre del pueblo de Israel, el mundo “perderá” en sus sensaciones su forma material en la medida que empiece a corregirse.

La capa inferior que estás corrigiendo para otorgar se convierte en la espiritual. Ya no la percibes como materia, paso a paso desaparece de tus sensaciones hasta que no  desaparecerá todo el mundo material porque es imaginario.

Por eso, lo que nos enseña la Cabalá es como romper “el muro de hierro” (mira Introducción al TES, punto1) que nos aparta del Mundo Espiritual.

(Extracto de la lección según el artículo Exilio y Redención de Baal HaSulam, correspondiente al 12 de abril 2010).

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