Rosh HaShaná: hora de pedir perdón

Rosh HaShaná es el momento de pedir perdón al Creador por mis crímenes. En otras palabras, siento que no tengo sentido de la importancia y grandeza del Creador y me disculpo. Pues, si sintiera la grandeza y la importancia del Creador, por supuesto que me comportaría de manera diferente. Resulta que solo me falta sentir al Creador.

Y por eso le pido: “¡Déjame sentirte y seré diferente!” Es lo que debes decirle al Creador; esta es la solicitud correcta y la disculpa correcta. ¿Por qué cometo delitos? Porque me falta sentir al Creador, que se llama fe. No siento al Creador, no hay fe y no hay nada que me detenga. No puedo hacer nada porque si el Creador no me gobierna, la inclinación al mal, el ego, me gobierna.

Por eso, le pido al Creador que tenga autoridad sobre mí. Es lo primero que pido, después llegamos a Rosh HaShaná, venimos al rey y queremos que reine sobre nosotros.

Quiero arrepentirme de mis pecados, conocer y sentir lo que impide mi corrección. Pido al Creador que me abra los ojos y me haga sentir dónde está el crimen y dónde está el mandamiento para que entienda dónde cumplo su pacto de dar, de amar y de unir y dónde hago lo contrario.

No lo siento ahora a cada momento de mi vida. Si lo hiciera, por supuesto que mejoraría. El problema es que no siento al Creador, la fuerza de otorgamiento, con la que podría controlarme. Así, me dirijo al Creador y le exijo que me dé la oportunidad de ponerme a prueba con respecto a la fuerza de otorgamiento y nunca cometeré una transgresión.

No recordamos el pasado ni pedimos perdón por él. No debo llorar por lo que sucedió, sino que no me esfuerzo por la corrección y porque no pedí que el Creador me ayude. Quiero seguir adelante, no indagar en el pasado ni derramar lágrimas por lo que hice.

¿Hice algo? No hice nada, el Creador hizo todo. Y lo hizo a propósito, para que sepa lo que debo arreglar. Tomo este mal, la transgresión que ahora es revelada, y la corrijo. Aspiro a avanzar, no a ir atrás. ¡Esa es la diferencia!

 

¿Qué es lo que me impide? Sentir al Creador se llama fe

 

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