Saber es probar

Dr.laitmanBaal HaSulam, «Introducción al Libro del Zóhar», ítem 48: Se discierne que sus 613 órganos son 613 Partzufim (plural de Partzuf), únicos en su Luz, cada uno a su manera.

Pregunta: ¿Cómo pueden las partes de un todo ser diferentes en luminosidad? ¿Qué significa «cada uno a su manera»?

Respuesta: Cada célula, molécula, átomo, y sus partes tiene un propósito y un trabajo en sí mismo. Se supone que nosotros debemos revelar la naturaleza y el propósito de cada uno de los detalles de la creación hasta la última «trivialidad». En última instancia, tenemos que llegar al punto original de «algo de la nada», al origen del deseo, y luego corregirlo en el punto de su origen.

Al hacerlo, revocamos «algo de la nada».

Todos los deseos son únicos y están interconectados. Sin embargo, nosotros llegamos a conocer su estructura sin profundizar en sus peculiaridades como estamos acostumbrados a hacerlo en nuestra sociedad determinista, la cual está fragmentada en piezas individuales. No, en la espiritualidad, nos aferramos a las cosas a través de una integración dinámica de todas sus partes. Allí los deseos no están alienados unos de otros. Cada uno de ellos está en todo momento entrelazado con el resto de la totalidad (613 menos uno).

Pregunta: De acuerdo a su descripción, debemos ser verdaderos genios para…

Respuesta: Se nos dice: «No es el sabio el que aprende». Nosotros tenemos la oportunidad de conocer el mundo a través de «gustos, sabores» (Ta’amim). Una fórmula química que describe con precisión las propiedades de una sustancia no nos dice nada acerca de sus propiedades; mientras que, si tenemos la sensación de la sustancia, entendemos de inmediato todo lo relacionado con ella.

Es por eso que el conocimiento en la espiritualidad está en el hecho de saborearla. Ustedes pueden escribir una larga novela sobre algún sabor, pero aun así yo no puedo imaginármelo. Sin embargo, silo pruebo, resolveré de inmediato el problema y sabré exactamente de qué se trata. El hecho de conocer el sabor es suficiente, ya que incluye un sabor y revela el origen de la sustancia, sus propiedades y matices. Entonces, al leer el nombre apropiado de una cosa que ya he probado, yo ya sé de qué se trata.

El alcance espiritual no necesita nada además de la anulación ante el grupo, la humildad del deseo de recibir por encima del deseo de otorgar.

Pregunta: Entonces, ¿quiénes son los que recogen los datos y cómo lo hacen?

Respuesta: Una forma completamente nueva de HaVaYaH surge en un deseo. Los cuatro discernimientos de la Luz directa. No hay nada aparte de ellos. Eso es realmente lo que alcanzamos. Todos los mundos, acciones, particiones y correcciones se incorporan a la estructura original e invariable de HaVaYaH.

La clave para el alcance es la unidad de los amigos reforzados por la Luz. Sólo la unanimidad nos proporciona el conocimiento y la sabiduría. Después de salir de un estado de desapego y ensamblar de nuevo las piezas rotas, penetramos en la naturaleza de estas, llegando así al alcance.

Esta es la única razón por la cual se produjo la ruptura: Los fragmentos desprendidos formaron una imagen rota que es totalmente contraria a su propia naturaleza. Al recolectarlas y juntarlas de nuevo, llegamos a conocer las formas inversas de la unidad, por lo tanto, nosotros «rearmamos» al Creador. Sin embargo, no lo rearmamos en el sentido del llenado interno de la vasija, sino que lo hacemos externamente. No obstante, debido a este proceso nosotros lo alcanzamos a Él.

Pregunta: En consecuencia, esto significa que la unificación influye en todo a nivel atómico de este mundo material. ¿Puede realmente ser así?

Respuesta: El mundo que vemos actualmente es una imagen de nuestros propios defectos, como si fuéramos una radiografía y viéramos el resultado en la pantalla. Vemos nuestra propia corrupción, el interior de nuestro egoísmo que se esfuerza continuamente por más llenado para sí mismo.

Es por eso que cuando cambiamos, también el mundo entero cambia con nosotros. Se nos dice: «Y vi a un mundo al revés».
(127459)
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/14/14, Escritos de Baal HaSulam

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