Saliendo del agujero negro

Los cabalistas nos aconsejan practicar en nuestro pequeño «salón de juegos», en la «burbuja» de este mundo, hasta que nos demos cuenta de que nada funciona. ¿Quién nos dará una sensación de esto? La fuerza superior que reside fuera de nuestra percepción, más allá de nuestro mundo.

Eso es lo que nos lleva de «viaje». Eso es lo que nos guía al fracaso en vez de llevarnos al éxito. ¿Por qué? Con el fin de irritarnos, de despertarnos. El Creador coquetea con nosotros para que empecemos a quererlo a Él aún más y a desarrollar, hasta el máximo de nuestra capacidad, una necesidad real de otorgamiento que yace fuera de nuestra naturaleza.

Mientras formamos este deseo de salir del rincón familiar, egoísta, nos damos cuenta de lo pequeño y finito que es. Es similar a un agujero negro que no permite que la Luz se libere debido a la infranqueable fuerza de gravedad. Nosotros también residimos en un «agujero negro», incapaces de salir. Por otro lado, podemos cultivar la necesidad de liberarnos, de «desearlo sin un deseo». Eso si podemos hacerlo.

¿Cómo es? Esto es así porque si lo arreglamos correctamente, el grupo se une con todos. De esta manera es en la vida cotidiana. Dondequiera que vaya, se me ofrecen todo tipo de cosas que yo nunca buscaría desear. Me han dicho que las píldoras para el dolor de cabeza son lo que realmente necesito, pero y ¿qué pasa si me siento bien, y todo está bien en mi vida? Entonces me dicen: «¿Cómo puede ser? ¡Te falta lo más esencial! Mira, tu vecino ya las ha comprado. ¡Tenemos un surtido que no podrás creerlo!»

De hecho, nunca he pensado en tales placeres, pero soy empujado sin descanso a ensayarlas y a ver por mí mismo. En otras palabras, ellos forman el deseo en mí, dirigido hacia aquello que no deseo. Así es una y otra vez. Tal es el impacto de la sociedad.

También debemos crear una agencia de publicidad del mundo espiritual que constantemente trabaje en nosotros, formando una necesidad de lo que no necesitamos. En esta agencia, mi trabajo debe basarse en el conocimiento que de ese modo, a través de las acciones exteriores, yo trabajo dentro mí.

No importa que quiera manipularme yo mismo en la compra del producto espiritual. Pongo este deseo a través del grupo, a través de sus deseos, y este vuelve a mí de una forma irreconocible. Como resultado, me siento inspirado y, literalmente, por necesidad, me esfuerzo hacia el llenado espiritual.

Lo que pasa a través de los demás ya no es mío. Mi mensaje inicial se saturó por el deseo de los amigos, y ahora todo el grupo se engancha en esta mentira: «¡Sabes, es tan genial allí, en la espiritualidad! ¡Comparado con nuestro mundo, es como el cielo en la tierra! «

Me lavan el cerebro con mensajes que ellos no creen. Ellos quieren venderme un producto y obtener un beneficio al ser aconsejados por este, mientras que yo tomo sus palabras en serio y ejerzo un gran esfuerzo para comprar el mundo espiritual por mí mismo.

(41149 – De la 4 º parte de la lección diaria de Cabalá del 4/21/2011, Escritos de Rabásh)

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