Vivir en función del momento

El mundo tal como es hoy está hundiéndose  rápidamente. Estamos destruyendo la naturaleza al agotar sus recursos y estamos arruinando la sociedad humana en todas las áreas de su vida. Por otra parte, no podemos parar. Sin importar cual, aun estamos tratando de avanzar en la misma dirección egoísta.

Si no tienes el punto en el corazón, si no atraes la Luz superior, no tienes la oportunidad de compararte con ella para encontrar lo que está mal dentro de ti. Tú funcionas como una máquina con un solo cable eléctrico conectado a ella. Un conejito mecánico sigue saltando de una manera similar, totalmente inconsciente del hecho de que cada vez que salta, se cae. Si no hay una fuerza que pueda mostrarme este mal, no voy a ser consciente de él: «Está bien, no sucedió hoy, pero tal vez mañana lo hará».

Este es el problema de los «reformadores del mundo» sobre los cuales escribe Baál HaSulám. Estamos hablando de un concepto espiritual que se deriva de la idea de que el placer, la Luz, nunca se queda en nuestro deseo egoísta. Nos esforzamos constantemente por ella, haciendo esfuerzos, pero nada ayuda. Y no lo hará, puesto que somos opuestos a la Luz y no sentimos nada de esta.

Después de haber tocado levemente un deseo, el placer desaparece inmediatamente y tengo que empezar a cavar de nuevo por él, por un simple momento de contacto entre la Luz y el deseo. Estoy viviendo exclusivamente para este momento. Si tan sólo pudiéramos ver este proceso desde un lado: deseo, una gota de placer, deseo, una gota de placer. Con el fin de acceder a esto, vivo «pulsando el botón» constantemente, como un animal de experimentación, sin libre albedrío. De esto se trata toda nuestra vida, la cual no nos ha enseñado nada a lo largo de miles de años de evolución.

Por lo tanto, «los reformadores del mundo» son una noción filosófica muy profunda. Son la forma correcta, egoísta, y única del desarrollo. Son una propiedad implantada en nuestra naturaleza, y no hay lugar donde esconderse de ella. Sólo si el punto en el corazón surge en la persona y él o ella comienzan a desarrollarse correctamente, guiados por su nuevo deseo, pueden adquirir una fuerza que se opone a la mecánica del deseo y del placer: la fuerza de la Luz. Esta Luz hace que una persona sienta que a él o ella les falta un tercer elemento: la nueva intención, el cálculo, la pantalla.

El objetivo de esta búsqueda es que está se dirija contra los «correctores mundo» dentro de la persona. Resulta que hay alguien por encima de ti, y ese alguien crea la falta en primer lugar y luego la corrige.

Este es el proceso al que debemos someternos. Y aun vemos sus efectos sobre el desarrollo humano. Como Baál HaSulám lo describe, todo el mundo espera que los demás admitan que están equivocados y reconozcan que los primeros están en lo cierto. Pero esto nunca sucederá, y todos seguirán insistiendo en su propia opinión. La humanidad tomará este camino: Las partes que debaten seguirán luchando hasta el final. Y no hay manera de salir de esto, lo cual nos llevará a las guerras y a la autodestrucción.

Si no contrarrestamos este proceso con la difusión de la Cabalá, la lucha no se detendrá. La única pregunta es: ¿nos escucharán antes que comience la destrucción masiva o después de ella, cuando quede sólo una pequeña parte de la humanidad?

La corrección ocurrirá aun de acuerdo con el método de la Cabalá, pero ¿vendrá por catástrofes, la muerte de miles de millones, y condiciones extremas de supervivencia para el resto que escucharán el método y comenzar a realizarlo, apresurados por el dolor tan horrible? O, ¿lograremos explicar este método al mundo antes de se vaya a los extremos?

(42196 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 5/4/2011: «Paz en el mundo»)

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