Semillas del exilio, parte 4

¿De dónde llegan los problemas?

Nota: En el periódico La Nación, que publicó Baal HaSulam en 1940, escribió: “Jerusalén fue arruinado sólo por el odio infundado que existió en esa generación”. En ese momento, la nación se plagó y murió y sus órganos quedaron esparcidos en todas direcciones.

También, Naftali Berlin escribió en la introducción al libro Bereshit: “La generación de los tiempos de la destrucción del Segundo Templo, fue necia y depravada. Por lo que, debido al odio infundado en sus corazones, creían que el que actuara en contra a su opinión, debía ser asesinado y todos los problemas resultaron de ahí, hasta que finalmente cayó el Templo.

Pero, por otro lado, los judíos guardaron sus mandamientos externos.

Mi Comentario: No. Esto, en nuestro tiempo, se considera guardar los mandamientos. En aquél tiempo guardar los mandamientos, era cumplir con el principio básico de amar a tu prójimo.

Todo lo demás es sólo etiqueta, costumbres que no tienen nada que ver con el estado interno del hombre. Por lo tanto, la destrucción del Segundo Templo ocurrió sólo debido al odio infundado, a pesar de que la gente observaba absolutamente todas las leyes.

Rabbi Akiva buscaba sólo a una cosa: “Ama a tu prójimo como a tí mismo. No se necesita nada más”. Aún así, el Templo colapsó precisamente porque la gente dijo: “Pero nosotros seguimos todas las costumbres”. Sin embargo, lo más importante se les olvidaba —la cercanía de los corazones.

Nota: Pero podemos decir que no pudieron observar el principio de ama a tu prójimo, porque la naturaleza los llevó de esta forma.

Mi Comentario: Por un lado, es un proceso natural y por otro, estamos obligados a hacerlo. De hecho, aún ahora, no sabemos lo que la naturaleza nos prepara.
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De Kabtv “Análisis del sistema del desarrollo del pueblo de Israel”, 8/jul/19

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