Shavuot está llena de Luz

Rabash, Carta 52: Y por el éxodo de Egipto recibieron el nivel de la fe… y después de la Pascua, comienza el trabajo de purificación como preparación para la recepción de la Torá. Y cuando la Torá se viste en el alma de la persona, este es el momento de Shavuot, el momento de la entrega de nuestra Torá.

Hasta la Pascua, continúa el período de «la esclavitud en Egipto», lo cual significa que la persona siente los problemas y los golpes, debido a su ego para que ella quiera desprenderse de este y se eleve por encima de él con el atributo de otorgamiento. La persona cada vez hace nuevos esfuerzos a través del grupo, deseando elevarse por encima de su ego y ser incluida en la conexión. Este es el trabajo en Egipto que continúa hasta su medida completa, y entonces la Luz le da la persona el poder de corrección.

Pero este es sólo el ascenso por encima de su ego, el cual simboliza la festividad de Pascua. Entonces empezamos a contar los 49 días hasta que la festividad de Shavuot, en la que nos desprendemos de nuestro ego y nos elevamos al nivel de Bina. Los productos lácteos que consumimos en Shavuot simbolizan el otorgamiento, una festividad llena de Luz.

Por lo tanto, en la Pascua salimos de la «línea izquierda», y en Shavuot recibimos el comienzo de la «línea derecha». Luego recibimos la Torá, es decir la «línea media». Entonces podemos conectar nuestro ego con el poder de la Torá, con la Luz que recibimos de Bina, la cual reforma, y podemos seguir construyéndonos a nosotros mismos.

La festividad de Shavuot parece ligera y «etérea»: vestimos ropas blancas y comemos productos lácteos, todo esto simboliza otorgamiento, Luz y «línea derecha». La persona todavía no ha adquirido las vasijas, no ha descubierto el ego. El primer contacto con la «línea derecha», con la Luz, no es real hasta que la llenemos en la «línea media», la cual tenemos que construir nosotros mismos. La persona toma de la «línea izquierda» las partes que puede agregar a la «línea derecha», y con la ayuda de la Luz, llena esta conexión al recibir un alma, una vasija que le permita otorgar.

Cada festividad que tenemos simboliza un cierto nivel en el que, después de haber cumplido la etapa anterior del desarrollo en una sola línea, pasamos a la otra línea, para formar la tercera línea. Entonces investimos estas tres líneas en nuestra percepción de la realidad de acuerdo a la línea de tiempo.

(79015 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de Mayo del 2012, Escritos de Rabash)