Siete mil millones de oyentes

thumbs_laitman_929Pregunta: Yo vivo en Perú. Este es un país grande. Tan sólo en la capital, Lima, viven alrededor de ocho millones de personas, pero no hemos tenido éxito para construir un grupo. ¿Por qué?

Respuesta: Yo entiendo y siento muy bien tu dolor, pero la idea es que haya un programa elevado y no podemos entender por qué se lleva a cabo exactamente de esta manera. Hasta que nosotros no alcancemos la raíz ni veamos todo el sistema, toda el alma, dónde se encuentra cada uno y por qué tiene que experimentar este destino u otro, hasta entonces, no entenderemos ni justificaremos el Creador. Siempre tendremos reclamos en su contra.

Yo he estado difundiendo la sabiduría de la Cabalá desde 1983. En ese momento escribí mis primeros tres libros, hace exactamente treinta años. Y empecé a estudiar seis o siete años antes de eso. En los años que han pasado, se ha hecho gran trabajo en todo el mundo. Muchos grupos han invertido grandes esfuerzos en la creación y distribución de materiales a través de una variedad de canales.

Sin embargo, los resultados son desproporcionadamente pequeños. Vemos que sólo unos pocos tienen el deseo de alcanzar la verdad.

Realmente, nunca habrá muchas personas a quienes les guste esto. Así es como está construido el mundo. Esas personas especiales son una minoría y no debe ser de otra manera para el resto que vienen después.

Por el momento, nosotros, unos pocos cientos de miles de personas en todo el mundo nos prepararnos correctamente. El mundo se despertará y nos seguirá. En principio, un pastor es suficiente para que todos puedan alcanzar la meta. Por lo tanto, está prohibido juzgar de acuerdo a la cantidad porque la espiritualidad se basa completamente en la calidad y una persona puede ser equivalente no sólo a millones, sino a miles de millones.

Por lo tanto, continúa invirtiendo esfuerzo. Únete a los grupos estadounidenses a través de Internet, y en última instancia, veremos como llegas a las convenciones con muchas otras personas. Lo principal aquí es no quejarse. Nosotros no vemos el «mapa» completo, no somos conscientes de todo el programa. Es necesario aceptar el resultado tal como es y actuar independientemente de las circunstancias. Incluso cuando hay vacío a mi alrededor, yo debo referirme al mundo entero como si todos estuvieran escuchándome.

Concretamente de esta forma yo me direcciono, volviéndome hacia todos como si los siete mil millones me escucharan, deseosos de entender y descubrir, de absorber cada palabra. Este es mi deber, y cuantos más despertará el Creador de entre ellos y hasta qué punto este es su asunto.

Recomiendo este enfoque para todos los que están involucrados en la difusión. Para entonces yo seré «puro»; el Creador establece el tiempo para que el mundo despierte y yo acepto esto con ecuanimidad.

(107401 – De la Convención en Nueva Jersey del 5/10/13, Lección 1)

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