En el nivel animado, nosotros trasplantamos y clonamos órganos; en el vegetal, empleamos las nuevas tecnologías agrícolas. Si no modificásemos genéticamente los productos que cultivamos, no tendríamos mucho que comer.
En el pasado, frutas y verduras se pudrían en pocos días, pero hoy en día, tú puedes utilizar un tomate para jugar al fútbol y comerlo una semana más tarde. A pesar de todas las desventajas, se debe entender que esto sirve para salvar el mundo. Por un lado, «corrompemos», lo que la naturaleza creó; por el otro, nosotros realizamos una corrección.
Por lo tanto, en los niveles inanimado, vegetativo y animado, nos las arreglamos para hacer la vida más cómoda y agradable para nuestro egoísmo. De hecho, podemos modificar los niveles anteriores de la evolución para adaptarlos a nuestras necesidades mediante la creación de un ambiente confortable. No vivimos más en casas en los árboles, tiendas, e iglús, sino que construimos viviendas con sistemas de calefacción y electricidad para nosotros mismos. Hemos modernizado las etapas anteriores y vemos lo beneficioso que es para nosotros. Pero el beneficio expira cuando transferimos nuestro enfoque al nivel «humano».
La gente no ve esta frontera, mientras que a nivel humano, no tenemos los medios para corregir la situación. Por lo tanto, mediante el empleo de los mismos métodos, estamos destruyendo todo. Al no corregir el grado humano, nosotros causamos la corrupción en los niveles más bajos. Como resultado, a pesar de que podríamos tener éxito allí, en mayor medida, no lo tenemos, y la situación está empeorando.
Aunque intentamos mejorar y actualizar nuestra vida, igualmente seguimos sufriendo. Después de todo, el grado de humano en nosotros está por encima de todos los demás, lo que resulta en su desmoronamiento bajo su presión. Esta es la razón por la que Baal HaSulam escribe en la «Introducción a la sabiduría de la Cabalá,» no tiene sentido el tomar en consideración los niveles más bajos ya que estos suben y bajan junto con el hombre. Por otra parte, esto implica principalmente no el mundo exterior, sino primordialmente nuestros grados internos de desarrollo.
[30504 De la parte cuarta de la Lección diaria Cábala del 22 de enero del 2012, «La Paz» ]